Titulo original: Fortunata
País: 2017
Guión: Margaret Mazzantini
Director: Sergio Castellitto
Elenco: Jasmine Trinca, Stefano Accorsi, Alessandro Borghi.
Hacía tiempo que no veía una película tan mala como esta de Sergio Castellitto y tiene delito porque el guión es de Mazzantini, que como escritora tiene un pase. El problema es que a Mazzantini pasar de lo literario a lo fílmico le lleva a estrellarse. El principal problema de la película -tiene muchos-, es que no es nada creíble, y esto parece un chiste cuando lo que se muestra es algo parecido a cine social, donde se da voz a los más desfavorecidos, con una nómina de personajes a cual más inverosímil. Mazzantini y Castellitto hacen un cine que visto resulta cansino, reiterativo y falso, con personajes de cartón, nada coherentes en su proceder, aunque quizá la idea de la película es esta, ya que todos los adultos tienen su taras y sus traumas y sus problemas y eso les faculta para hacer una cosa y la contraria, así Fortunata el día siguiente a ser violada por su ex puede enamorarse del psicoterapeuta que atiende a su hija, o este psicoterapeuta después de echar un par de polvos con Fortunata deshacerse de ella, a pesar de que debe tener un corazoncito de oro porque ha estado en África ayudando a los negritos. Todo son memeces, clichés y planteamientos como este, que en una novela y con algo más de desarrollo quizá sean más creíbles, pero en imágenes, la película es una sucesión de escenas mal hilvanadas y deudoras del cine de Ozpetek, cuando resultan corales y vocingleras, como en las escenas de las bodas, por ejemplo.
Jasmine Trinca (tengo pendiente la reseña de Miele, y no le pierdo la pista desde que la vi en La meglio gioventù. Por cierto, ¿qué ha sido de Lo Cascio?), como Fortunata, tiene un papel para lucirse, pero actuar es más que pegar gritos, hacer muecas y teñirse el pelo de rubia. A pesar de lo cual quizá sea lo único salvable entre tanto artificio. Accorsi hace uno de los peores películas de su carrera.