Dirección: Jonas Åkerlund.
PaÃs: USA. Año: 2009.
Duración: 110 min.
Género: Thriller, misterio, terror.
Interpretación: Dennis Quaid (Aidan Breslin), Zhang Ziyi (Kristin Spitz), Patrick Fugit (Corey), Lou Taylor Pucci (Alex Breslin), Clifton Collins Jr. (Stingray), Eric Balfour (Taylor), Peter Stormare (David Spitz), Chelcie Ross (jefe de policÃa), Pal Dooley (padre Whiteleather).
Guión: David Callaham.
Producción: Michael Bay, Andrew Form y Brad Fuller.
Música: Jan A.P. Kaczmarek. FotografÃa: Eric Broms.
Montaje: Jim May y Todd E. Miller.
Diseño de producción: Sandy Cochrane. Vestuario: B.
Nos encontramos ante una pelÃcula que imita otras como Seven. En esta ocasión, el detective Aidan, es requerido para llevar un caso bien macabro. Aparece un cadáver, y los dientes en una bolsa. Aidan investiga y enseguida ven que quien comete los asesinatos, sigue al pie de la letra, lo que dice la biblia en cuanto a Los Cuatro Jinetes del ApocalÃpsis.
Aidan tiene su propia historia. Su mujer murió hace años de una enfermedad y tiene dos hijos, de los cuales el mayor le echa en cara a Aidan el no haber estado presente cuando su madre murió. El trabajo de Aidan, imposibilita por otra parte, cualquier tipo de acercamiento hacia sus hijos, pues cada vez que hacen planes para hacer algo juntos, una llamada de teléfono, deja a los hijos tirados y al padre camino de la comisaria.
La puesta en escena de los crÃmenes, busca impactar, pues los cadáveres se nos presentan suspendidos, colgados de ganchos, eviscerados en algunos casos. Eso sÃ, las imágenes no son en exceso explicÃtas, asà que no se explota la vÃa más gore.
Los crÃmenes se suceden. Aidan coge el hilo del asunto, y prevee más muertes. Una de las que está en el asunto, se entrega, y consigue poner nervioso a Aidan con su proceder.
Como a menudo sucede en estos cÃrculos viciosos, quien menos pinta tiene de ser el asesino se acaba postulando como tal. La relación de Aidan con su retoño adolescente tomará como se verá un cariz imprevisto.
Nieva y mucho en casi todas las secuencias.
Dennis Quaid, da vida al policÃa atormentado, desplegando todo el repertorio de muecas imaginable. Al igual que Anamorph, Horsemen ofrece otro thriller policiaco, lo suficiente chisposo como para no aletargarnos, bastante previsible en su final, y rodado con tan poca gracia, que es difÃcil recordar algo de este film poco después de su visionado.