Película: Infierno blanco.
Título original: The grey. Dirección: Joe Carnahan.
País: USA. Año: 2012. Duración: 115 min.
Género: Acción, drama, thriller. Interpretación: Liam Neeson (Ottway), Dermot Mulroney (Talget), Frank Grillo (Diaz), Joe Anderson (Flannery), James Badge Dale (Lewenden), Dallas Roberts (Henrick), Nonso Anozie (Burke), Ben Bray (Hernandez). Guion: Joe Carnahan y Ian Mackenzie Jeffers; basado en el relato corto “Ghost walker”, de Ian Mackenzie Jeffers.
Producción: Joe Carnahan, Jules Daly, Ridley Scott y Mickey Lidell.
Música: Marc Streitenfeld.
Fotografía: Masanobu Takayanagi. Montaje: Roger Barton y Joseph Jett Sally. Diseño de producción: John Willett. Vestuario: Courtney Daniel
Siendo culé el único Infierno Blanco que conozco es el Real Madrid. Bien, sigamos. Un grupo de hombres embrutecidos por el alcohol y la soledad, pasan sus días de trabajo en un compañía petrolífera en una paraje nevado, frío y desolador, en Alaska. El protagonista es Ottaway quien según vemos ha perdido a su mujer y para el cual, su vida vale menos que nada.
Ottaway y otro puñado de hombres cogen un avión, y de repente este se estrella. Sobreviven unos pocos y enseguida se dan cuenta de que quizá haber sobrevivido solo les permita prolongar un poco más su agonía. En medio de un paraje nevado, sin nada de vida alrededor, sin sustento ni cobijo y con una manada de lobos hambrientos acechando la situación es dramática.
Ottaway que se gana la vida disparando a los lobos que quieren atacar a los humanos y se erige de inmediato como el lider del grupo con el beneplácito de casi todos, si bien, como es de esperar siempre tiene que haber algun gallito que cuestione en un principio al jefe para finalmente dar su brazo a torcer y ceder la vara de mando.
La película no da demasiado de sí. La idea es no estarse quieto. Nadie los busca y hay que intentar sobrevivir como sea. Los lobos, el frío, el hambre y demás circunstancias hacen que el grupo se vaya viendo mermado día a día, hasta que finalmente solo queden cinco miembros.
Los lobos ávidos de comida y sangre no ven el momento de echarse al gaznate carne humana, y hay unas cuantas escenas bastante desagradables, cuando estos se dan el festín.
Por lo demás, la película tiene los elementos necesarios para no aburrir al personal. Los diálogos no son abundantes, y los paisajes son bastante espectaculares. Liam Neeson, da el tipo en la piel de ese fornido y entristecido hombre que se viene arriba cuando las circunstancias lo exigen. La pelicula resulta gélida, fría, cortante, estremecedora, realista, nada proclive al espectáculo.
El final queda abierto a múltiples posibilidades.
Todo resulta muy simple en esta vida, vivimos y morimos. Unos lo hacen antes otros después. Unos atacados por lobos, otros despeñados, quien lo hace ahogado, otro extenuado….