TÃtulo original: La ragazza nella nebbia
TÃtulo en castellano: La chica en la niebla
PaÃs: Italia, Francia, Alemania
Año: 2017
Dirección: Donato Carrisi
Guión: Donato Carrisi
FotografÃa: Federico Masiero
Montaje: Massimo Quaglia
EscenografÃa: Tonino Zera
vestuario: Patrizia Chericoni
Reparto: Toni Servillo, Alessio Boni, Jean Reno, Michela Cescon, Lucrezia Guidone, Jacopo Olmo Antinori, Sabrina Martina
El escritor Donato Carrisi, autor de best-sellers debuta en la dirección de pelÃculas adaptando una de sus novelas y en mi opinión se da el batacazo. Uno ve una pelÃcula como esta y tiene claro que es un refrito de mil pelÃculas vistas anteriormente. Lo peor de todo viene cuando se ponen las cartas encima de la mesa demasiado pronto y entonces uno como espectador se siente estafado y escaldado. Servillo no hace su mejor papel y me recuerda a otro trabajo en el que también hacÃa de inspector, La ragazza del lago, pelÃcula que guarda similitudes con ésta, en cuanto a la atmósfera opresiva y siniestra en la que se ubica la historia.
AquÃ, como indica el tÃtulo, lo que prima es la niebla, y el frÃo y la nieve, en un silente pueblo prealpino, donde una comunidad religiosa con trazas de secta tiene una gran presencia. Lo de la niebla es un decir, porque como sucede siempre en estos casos, la vÃctima es secuestrada por alguien de confianza, con el que uno se montarÃa sin pensárselo mucho en su furgoneta. Carrisi emplea una puesta en escena a lo Seven, y secuencias que parecen sacadas de otras novelas truculentas del pope de las letras noruegas, sÃ, Nesbo.
Alessio Boni, que encarna a un profesor, a quien le endilgan el muerto desde el principio, muestra la misma cara inexpresiva de siempre.
Carrisi mete a los medios de comunicación por medio, convirtiendo la desaparición en un espectáculo con el que dar carnaza al espectador, donde la justicia y la búsqueda de la verdad parecen ser lo de menos, con una periodista tan vanidosa como el inspector, que parece más empeñado en cargarle el muerto al primero que pase por allà que en buscar al auténtico asesino.
Al estilo de Sospechosos habituales la pelÃcula atesora unos cuantos golpes de efecto, pero el descojone final viene con nuestro amigo Jean Reno, no ya hablando italiano, sino devenido sospechoso muy poco habitual.
En fin…
Me aburrió mucho. Es un batiburrillo de muchas cosas sin que ninguna tenga la mayor profundidad. Y el giro final es increÃble e inverosÃmil. La vi porque salÃa Servillo que es mi actor favorito, pero me pareció una pérdida de tiempo. El trasvase de los bestsellers al cine no siempre funcionan, como se ve. Saludos desde Macerata.