Dirección: Jaime Rosales.
Reparto: Sonia Almarcha (Adela), Petra Martínez (Antonia), Miriam Correa (Inés), Nuria Mencía (Nieves), María Bazán (Helena), Jesús Cracio (Manolo), Luis Villanueva (Carlos), Luis Bermejo (Alberto), Juan Margallo (padre), José Luis Torrijo (Pedro), Carmen Gutiérrez (Miriam).
Guión: Jaime Rosales y Enric Rufas.
Producción: José María Morales, Jaime Rosales y Ricard Figueras.
Fotografía: Oscar Durán.
Montaje: Nino Martínez Sosa.
Dirección artística: Ion Arretxe.
Vestuario: Eva Arretxe y Asun Arretxe.
España 2007
Es una de las nominadas a los Goya 2008 como Mejor Director (Jaime Rosales) y Mejor Película. Curiosamente sólo tiene una 3ª nominación más, la de José Luis Torrijo como Actor Revelación.
Es la segunda película del director, Jaime Rosales, que estudió cine en Cuba y Australia (¡!) y que por su anterior trabajo, Las Horas del Día, también optó al Goya al Mejor Director Novel y Guión Original.
Una de las cosas que más llama la atención viendo la película es lo que los creadores llaman “polivisión”, que consiste en dividir la pantalla horizontalmente en 2 partes iguales en las que vamos viendo como se desarrolla la escena desde 2 puntos de vista diferentes. Está hecho a propósito, pero las imágenes en que se divide la pantalla no tienen “coherencia” espacial muchas de las veces, es decir, que los actores salen por la izquierda de un cuadro y vuelven a entrar por la izquierda del otro, o se mantienen mucho rato fuera de nuestra vista. Eso despista bastante al espectador.
Ninguno de los actores son especialmente conocidos y sus actuaciones, por expreso deseo del director derrochan naturalidad. A veces parece que quieran hacerlo de forma muy forzada, o que ni siquiera estén actuando, como si con el rabillo del ojo miraran a la cámara, que está fija, como una simple espectadora de la escena.
Como experimento está bien, pero el cine es algo más que eso: cámaras en movimiento, plano/contraplano,… de esas cosas hay las justas en las 2 horas de duración.
Al final, tras ver la película, no tienes claro de qué trata la historia que han querido contarte. Has presenciado las vidas de unos personajes durante un lapso de tiempo determinado, pero no existe un leitmotif, una razón que puedas apreciar para interesarte en la historia y en que te la cuenten, en los personajes y sus vidas. Además, al menos a mí, aunque toquen temas muy cercanos a cualquiera de nosotros, sobre todo la vida y la muerte, se me ha hecho difícil empatizar con los personajes.
También hay que decir que lo cierto es que al final de la historia, que es cuando pasan las cosas, sí que cobra algo de sentido la película, pero para llegar hasta ahí parece que se parta de un punto indefinido en el pasado y se recorra un camino en parte innecesario. Es en esos minutos finales cuando sí que parece que los protagonistas se den más a la interpretación y cuando también da la impresión de que la historia tiene un motivo para ser contada, pero, ¿y todo lo anterior?
Me parece exagerado que sea considerada entre las 4 mejores películas españolas del año. No le veo opciones de ganar el Goya en ninguna de las 3 nominaciones. Lo que sí veo la película es como una apuesta arriesgada, un cine hecho con personalidad. Da la impresión de que el director (que también es guionista) ha hecho exactamente lo que quería, algo que no es fácil poder hacer hoy en día. Claro que lo que se gana en darle un toque personal a la obra, se puede perder en su comercialidad. Y esta peli es muy poco comercial, creo yo.
También da la impresión de que la mitad de las 2 horas que dura la película se podría quitar. Siendo objetivos, hay muchas escenas que no aportan nada, así que lo mejor es meter la tijera por medio y recortar metraje, algo que, por definición, en el llamado cine de autor es más difícil que el propio autor se dé cuenta de lo que sobra.
El rodaje se llevó a cabo entre Madrid y la provincia de León (Cistierna y Sabero).
Enlaces | IMDB
Quizá Jaime Rosales, al igual que en «las horas del día» busca un concepto de cine alejado del entretenemiento, postulando la búsqueda de la verdad o la transmisión del conocimiento. A ver si se lleva algún Goya.