Monster House (Gil Kenan, 2006)

Dirección: Gil Kenan.

Doblaje original: Steve Buscemi (Nebbercracker), Nick Cannon (Lister), Maggie Gyllenhaal (Zee), Jon Heder (Skull), Kevin James (Landers), Jason Lee (Bones), Sam Lerner (Chowder), Spencer Locke (Jenny), Mitchel Musso (DJ), Catherine O’Hara (Mamá), Kathleen Turner (Constance), Fred Willard (Papá).

Guión: Dan Harmon, Rob Schrab y Pamela Pettler; basado en un argumento de Dan Harmon y Rob Schrab.

Producción: Steve Starkey y Jack Rapke.

Producción ejecutiva: Robert Zemeckis, Steven Spielberg y Jason Clark.

Música: Douglas Pipes.

Fotografía: Xavier Pérez Grobet.

Montaje: Adam P. Scott y Fabienne Rawley.

Diseño de producción: Ed Verreaux.

Vestuario: Ruth Myers.

Género: Animación con un poco de susto

USA 2006

En esto de la animación digital la calidad superlativa, como el valor en la mili, es algo que se le supone a todas las nuevas producciones.

En Monster House la principal protagonista, la que se lleva los laureles, es la casa que da título a la película. El resto de los personajes son sobre todo niños, que viven diversas aventuras relacionadas con la monstruosa casa que no hace más que darle quebraderos de cabeza.

Se ha vendido como película de terror, y siendo para niños es posible que sí les dé un poco más de miedo que los típicos Robots o Coches de otras. Es la típica historia de casa encantada de las que se ha hablado siempre, pero haciendo realidad todo lo que la imaginación de un niño puede creer ver en una casa así.

Dentro de la animación, desde siempre los personajes humanos han sido los que más ha costado que parezcan reales. En esta es lo que más destaca, la apariencia de los personajes, que pretende ser caricaturesca y no logra un efecto realista al principio, pero que según avanza la película van ganando en expresividad y simpatía. Sobre todo destaca, en el aspecto negativo, el pelo de los chavales, que es totalmente inerte:

De lo más destacable en lo positivo, sin embargo, es algo que no suele estar cuidado en las películas de animación, los movimientos de cámara, que están muy logrados, como en una película real.

La historia es la de un niño, DJ, obsesionado con que su vecino de enfrente oculta algo terrorífico, cosa que podrá comprobar cuando la casa se queda vacía y empieza a atacar a la gente. Con su mejor amigo Croqueta (en la versión original es Chowder, algo así como una sopa de pescado, habrá que preguntar qué diccionario tienen los traductores) y una niña aliada ocasional, Jenny, intentarán salvar al barrio de este peligro.

Después, dentro de la acción, un poco de Indiana Jones, de Los Goonies, de La Ventana Indiscreta, unos toques de La Guarida, pero no empiecen a aplaudir, es una forma de hablar, las referencia son muy vagas. Vaya, que para un público infantil tiene alicientes suficientes para que no parpadeen y para los que son un poco mayores es excelente para pasar un buen rato sin muchos quebraderos de cabeza y sin que la historia te consuma recursos del cerebro después de volver a la rutina diaria. Así que consigue su pretensión de entretener a los pequeños, sin asustarlos demasiado y no aburrir a los mayores, sin entusiasmarlos en exceso.

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