Que el catálogo de Netflix está repleto de estrenos que como usuarios no podemos abarcar es algo que se lleva dando desde hace tiempo. O estás el dÃa entero pegado a la pequeña pantalla, o nada. También es cierto que la mayor parte de estos estrenos pasan desapercibidos: pequeñas producciones, peliculillas de paÃses menores, reestrenos de tÃtulos que pasaron sin pena ni gloria,…
Pero algunos de estos estrenos se promocionan a bombo y platillo. El algoritmo de la plataforma (NO llamemos a cualquier cosa inteligencia artificial) se lo mete a todo el mundo, aparece en todas las listas de lo más visto y hasta el apuntador habla de él.
Este es un claro ejemplo: Estado Eléctrico, el último estreno de la Gran N. Disparatado presupuesto, intérpretes de primera fila y efectos especiales de postÃn. Aparte de acción a raudales, historia lacrimosa y futuro apocalÃptico. Lo tiene todo para convertirse en un éxito y que le guste a un amplio abanico de espectadores. ¿Estrenarlo en cines? Ya no se lleva.

Quien nos iba a decir hace 10 años, por ejemplo, que una pelÃcula hecha «para televisión» iba a contar con un presupuesto digno de las grandes producciones solo al alcance de Hollywood. Unos 320.000.000 $ se han gastado para la ocasión. Todo el presupuesto del cine español de 2024 al respecto darÃa para hacer unas seis pelÃculas como esta, contando todas las subvenciones, dinero público, etc.
SÃ, hay que decir que esta es la pelÃcula record de Netflix en cuanto a presupuesto, pero esta y otras plataformas también se gastan bien de dinero en pelÃculas y sobre todo en series. No tanto como en este caso, pero en cantidades también obscenas comparadas con los presupuestos de telefilmes de hace no mucho o de lo que en paÃses como el nuestro denominamos grandes producciones (locales).
Esto viene de ese afán de los estadounidenses de convertir todo en un espectáculo. El cine nos lo meten por los ojos, pero da igual, las noticias, las celebraciones deportivas, los juicios mediáticos. Todo es espectáculo. Todo vende y se vende. Todos venden y se venden.
Y lo mejor de todo es que la pelÃcula, de una forma u otra les saldrá rentable. Y si no es vendiéndola a las televisiones, será vendiendo merchandising o creando una saga, remake, precuela o serie. Siempre se sacan de la chistera la forma de exprimir a la gallina de los huevos de oro.