Hay pelÃculas como esta de Alejandro Montiel que pasan por la pupila del espectador sin dejar el mÃnimo rastro. Aquà lo que tenemos entre manos es la desaparición de una joven hace ya unos cuantos años, cuyo caso se verá de nuevo reabierto dado que una de sus amigas ahora es inspectora de policÃa y a instancias de la madre de la desaparecida ésta se afana en su búsqueda redoblando los esfuerzos.
A medida que la investigación sigue su curso lo que vemos es que existió una trata de blancas y que Cornelia, la desaparecida, acabó siendo una esclava sexual.
En el elenco hay actores y actrices españoles y argentinos. La frialdad de Amaia Salamanca en la piel de Cornelia, su presencia glacial, es el espÃritu que alimenta toda la pelÃcula, lo cual genera un distanciamiento con el espectador muy difÃcil de achicar.
Se llevan a cabo unas cuantas escenas de lucha donde Luisana Lopilato (la estrella juvenil de la serie Rebelde Way) en el papel de la inspectora demuestra su buen hacer con brazos y piernas.
Pero no hay nada más, más allá de un guión que te lo va embrollando, metiéndonos de matute policÃas corruptos, al tiempo que aburriendo al espectador, que solo anhela la presencia de la palabra fin.
Hay pelÃculas que no aportan absolutamente nada esto es una de ellas.