Dirección: Gore Verbinski.
Reparto: Johnny Depp (capitán Jack Sparrow), Orlando Bloom (Will Turner), Keira Knightley (Elizabeth Swann), Geoffrey Rush (capitán Barbossa), Bill Nighy (Davy Jones), Chow Yun Fat (capitán Sao Feng), Stellan Skarsgård (Bill Turner), Jack Davenport (James Norrington), Naomie Harris (Tia Dalma), Tom Hollander (lord Cutler Beckett), Jonathan Pryce (gobernador Weatherby Swann).
Guión: Ted Elliott y Terry Rossio; basado en los personajes creados por Ted Elliott, Terry Rossio, Stuart Beattie y Jay Wolpert.
Producción: Jerry Bruckheimer.
Música: Hans Zimmer.
Fotografía: Dariusz Wolski.
Montaje: Stephen E. Rivkin y Craig Wood.
Diseño de producción: Rick Heinrichs.
Vestuario: Penny Rose.
USA 2007
No comparto el entusiasmo ni la valoración que mi amigo y compañero cinéfilo McGuffin hace en su crítica de esta película. A mí me ha parecido larga y dolorosa como un parto sin epidural. Sus casi tres horas son más difícil de digerir que un polvorón con resaca, con algunos momentos en los que lo mejor que se puede hacer es dormitar, mientras la historia avanza. La primera parte tuvo su gracia, pero luego con el afán de hacer secuelas hasta lo inverosimil, se produce el descarrilamiento y el espectador acaba mareado.
He de reconocer que los efectos especiales son de nivel, que lucen bien, que las horas de maquillaje del pulpo no se las quita nadie, y que haber rodado la 2ª y 3ª parte al mismo tiempo muestra la habilidad de los productores, para matar dos pájaros de un tiro, y algún perdigonazo que se lleva el sufrido espectador.
No me he divertido viéndola, en especial por su larga duración y algunas secuencias que pedían una poda a gritos. Al que le guste ver a Deep haciendo muecas la gozará, si bien, habría que valorar si su actuación merece los aplausos que muchos reclaman. El resto del elenco empezando por el super ñoño, Bloom, demuestra de nuevo que es más tierno que una ración de queso El ventero. Keira, nos muestra su bronceado y sus escasas carnes y no convence como arrojada capitana de un barco. Su sensualidad y morbo son evidentes. No obstante, una película de estas características no vende, precisamente por sus interpretaciones, sino más bien, por la atractiva que sea la puesta en escena, merced a los FX, localizaciones y secuencias divertidas y emocionantes.
No sé si habrá otra parte más, pero atendiendo a su final es posible. Vemos el careto añurgado de Keith Richards, el guitarrista de Los Rolling, que no le sienta mal el vestido de pirata, si bien su papel es perfectamente prescindible y entra dentro de la categoría de lo anecdótico.
elisa osea keila si podes me mandas unas fotos firmadas en tu vida real yunas de las pelisss ¡¡¡¡¡¡¡ y unos bideos
muchas grasias