Dirección: Álvaro Begines.
Reparto: Lola Herrera (María), Raúl Arévalo (el Utrera), Antonio Dechent (Luis), Carlos Álvarez-Novoa (Miguel), Manuel Morón (Manolete), Ana Wagener (Rosario), William Miller (Charlie), Marisol Membrillo (Rocío), Alex O’Dogherty (Javi), Belén López (Patricia).
Guión: Álvaro Begines y Miguel Ángel Carmona; con la colaboración de Marcos Carnevale y José A. Félez.
Producción ejecutiva: Gervasio Iglesias y José A. Félez.
Música: Manuel Ruiz «Queco», Álvaro Begines y Raúl Ruiz.
Fotografía: Juan Carlos Gómez.
Montaje: José M. Gª Moyano.
Dirección artística: Satur Idarreta.
Vestuario: Nereida Bonmatí.
Género: Musical
España 2006
Luis, el protagonista, se ve de repente abandonado por las 3 mujeres de su vida, cada una por diferentes razones; su madre, una antigua y famosa tonadillera (la Niña María), porque nunca cuentan con ella, la toman por inútil y la quieren meter en una residencia; su mujer, porque nunca cuentan con ella, la hacen trabajar a otras horas sin darle tregua y nadie le reconoce nada; la hija, porque nunca cuentan con ella, se siente incomprendida y tiene problemas de los que no puede hablar con nadie.
Así las 3, cada una decide irse por su lado. La mujer se va a un monasterio budista a sentirse en paz y la madre y la hija se van a Barcelona siguiendo al mismo grupo de okupas, aunque por motivos diferentes, que se acaban de ir hacia allí tras permanecer un tiempo en el barrio donde ellos vivían.
Entre esos okupas hay uno, el Utrera que tendrá una vital importancia en el desarrollo de la historia, así como un detective privado llamado Manolete, que ayudará a Luis en su misión de encontrar a las mujeres… más o menos.
Al final él se reencontrará con las 3, que a su vez se encuentran consigo mismas y se aclaran las ideas enfrentándose a sus miedos, a su presente y a su futuro.
Al inicio de la peli se hace la pregunta que da título a la película, pero hasta el final no se da la respuesta.
Y ese inicio es de lo más surrealista, pues la peli empieza con el desalojo de una casa y todos los okupas que se escapan de ella se mofan de la policía desde la azotea de enfrente cantando ¡¡el aserejé!!
Sí, por raro que parezca. Lo cierto es que esta película en realidad es un musical, del tipo de El Otro Lado de la Cama, donde los protagonistas se ponen a cantar de vez en cuando y las canciones se integran en la acción. La diferencia es que los actores bailan y hacen como que cantan, pero en realidad no lo hacen, son canciones en playback interpretadas por otros artistas.
Las interpretaciones en general no están mal, son creíbles y tienen la naturalidad que requiere la historia. No sé porqué se obligan al acento andaluz. William Miller (del que ayer hablé de su película Tempus Fugit, en la que también interviene), puede forzar el acento para interpretar a un escocés (es un acento extranjero, no un «deje» como el andaluz), pero que Lola Herrera tenga que poner un sutil acento andaluz, que a ratos se le olvida o le desaparece, no lo veo. La ambientación se consigue con otras cosas que no son el acento. Lo cierto es que no aporta nada y muchas veces resta credibilidad a unos actores que sabes que están forzando ese acento.
La actriz que interpreta a la hija, la debutante Julia García, apunta maneras, con su calmada interpretación, pero no he visto en su filmografía que haya hecho nada desde entonces. De todas formas, yo me quedaría con su cara.
Hay algunos momentos buenos, como cuando el marido llega a casa y se encuentra que su mujer antes de irse le ha dejado post-it por toda la casa diciéndole lo que tiene que hacer y lo que le falta. La parte que incluye al detective es demasiado tontorrona. El personaje es bastante exagerado y es lo que menos me gusta. Pretende ser gracioso, si te hace gracia, bien, pero si no es demasiado cargante.
Y hay otra parte graciosa, las imágenes que se ven de las uvas en Nochevieja corresponden a aquel glorioso fin de año con la Igartiburu, su tanga y su traje transparente. También se ven algunas imágenes de la película Noviembre de Achero Mañas.
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Es la mejor película del año, sin lugar a dudas.
El cine español va a más…
una pelicula de puta madre 😉