TÃtulo original: Flaskepost fra P (A Conspiracy of Faith)
Año: 2016
Duración: 112 min.
PaÃs: Dinamarca
Dirección: Hans Petter Moland
Guion: Nikolaj Arcel (Novela: Jussi Adler-Olsen)
Música: Nicklas Schmidt
FotografÃa: John Andreas Andersen
Reparto: Nikolaj Lie Kaas, Fares Fares, Johanne Louise Schmidt, Jakob Oftebro, Pål Sverre Hagen, Lotte Andersen, Søren Pilmark
Esta pelÃcula danesa de 2016 nos ofrece un caso más del Departamento Q, sito en Copenhage, basada en las novelas de Jussi Adler-Olsen (tras Misericordia y Profanación. Posterior a esta se estrenó Expediente 64), encargado de resolver casos olvidados hace tiempo por falta de pruebas. En cierta medida me recuerda a la serie Caso abierto. Un buen dÃa una botella llega a la costa de una playa escocesa y un militar retirado que nada en el mar da con ella y la pone en manos de la policÃa. El mensaje en la botella es reconstruido por el Departamento Q y en él descubren una llamada de auxilio a cargo de un niño. Puestos a investigar se da la circunstancia de que el mismo hombre que cometió el secuestro y asesinato de un niño ha vuelto a actuar en una localidad del interior de Dinamarca, en una comunidad religiosa de testigos de Jehová, que quiere tratar este tema con discrección y resolverlo por su cuenta.
El componente religioso me recuerda a la novela de Asa Larsson, Aurora boreal, una religión que aquà los vuelve recelosos del prójimo aislándolos en su comunidad. Al cargo de la investigación están Assad y Carl, el cual se muestra bastante alelado y traumado, temblón, pero sin perder en ningún momento su perspicacia y su fino olfato de sabueso. Que Assad sea árabe da juego cuando hacen sus pesquisas en la comunidad religiosa, pues de entrada tratan de vetarlo el acceso al hogar, pues lo consideran como un infiel, incluso com alguien inferior. Religión que vemos que no se prodiga en el amor al prójimo.
La pelÃcula mantiene muy bien el ritmo, ofrece algún golpe de humor y nos encamina hacia un clÃmax final resuelto de forma notable. Sin aspavientos ni grande alardes pirotécnicos, ni de ningún tipo, esta modesta producción danesa se deja ver con agrado.
En el papel del asesino, de Johanes tenemos a Pål Sverre Hagen, que borda su papel de psicópata, al igual que Nikolaj Lie Kaas y Fares Fares.