Dirección: Dan Algrant.
PaÃses: USA y Alemania.
Año: 2002 Duración: 100 min.
Interpretación: Al Pacino (Eli Wurman), Kim Basinger (Victoria Gray), Ryan O’Neal (Cary Launer), Téa Leoni (Jilli Hopper), Richard Schiff (Elliot Sharansky), Bill Nunn (Reverendo Lyle Blunt)
Guión: Jon Robin Baitz.
Producción: Michael Nozik, Karen Tenkhoff y Leslie Urdang.
Producción ejecutiva: Philip Von Alvensleben, Kirk D’Amico, Robert Redford y Al Pacino
Música: Terence Blanchard.FotografÃa: Peter Deming.
Montaje: Suzy Elmiger.Diseño de producción: Michael Shaw.
Dirección artÃstica: Charles E. McCarry.
Vestuario: David C. Robinson.
Al Pacino no deja indiferente con sus acusadas interpretaciones. En esta ocasión me ha cargado más de la cuenta, con sus incesantes tics y su cara de alelado rayano en el atorrijamiento que en lugar de propiciar el acercamiento a su personaje nos lo hace huidizo y patético.
El flojo guion hace que Pacino no puede dar consistencia a su personaje, Eli, un relaciones públicas dado a los somniferos y a la bebida que va de un lado a otro atorrijado con la cabeza ida y con unas lagunas mentales que corren el riesgo de anegar su entendimiento.
Eli es de izquierdas, comprometido y luchador de ahà que en varias ocasiones lo veamos defendiendo la integración racial, la convivencia pacÃfica entre todas las razas pero todo explayado de modo huero y banal, un mero barniz para tratar de perfilar la personalidad del protagonista.
Eli es el perro faldero de Launer, un actor que ganó un Oscar que quiere hacerse un hueco en la polÃtica. Launer le pide a Eli que vaya a sacar de la trena a su amiga, Lilli una actriz adicta a las pastillas y las drogas. Los dos pasan por el hotel y la chica muere asesinada. El componente de suspense es mÃnimo, otro esbozo más, que cimenta la indefinición en la que se mueve el film, cuyos diálogos no aportan nada a la historia, más allá de algún devaneo sexual, y alguna aventura propiciatoria como la que le prepona a Eli, la viuda de su hermano que se lo quiere llevar al huerto en Virginia.
Me ha resultado una pelÃcula aburrida, sin calado alguno, donde los personajes son clichés manidos, que se mueven en el terreno de lo convencional y donde al final el destino de los personajes nos traen el pairo.