Séptimo (Patxi Amezcua 2013)

Septimo

Película: Séptimo. Dirección: Patxi Amezcua. País: España. Año: 2013. Duración: 84 min. Género: Thriller. Interpretación: Ricardo Darín (Sebastián), Belén Rueda (Delia), Luis Ziembrowski (Miguel), Jorge D’Elía (Goldstein), Osvaldo Santoro (Rosales). Guion: Patxi Amezcua y Alejo Flah. Producción: Álvaro Augustin, Jordi Gasull, Andrés Longares, Matías Mosteirin, Edmon Roch y Ghislain Barrois. Música: Roque Baños. Fotografía: Lucio Bonelli. Montaje: Lucas Nolla. Dirección artística: Cristina Nigro.

En la ciudad de Buenos Aires el nivel de criminalidad, según las noticias, va en aumento. Allí viven Sebastián, su hijo y su hija. Sebastián (Ricardo Darín) está separado de Delia (Belén Rueda), quien le pide el divorcio. Ella es española. Él argentino. Ahora viven en Buenos Aires pero Delia que tiene a su padre enfermo, quiere volver a España, con un hijo bajo cada brazo.

Cada mañana Sebastián, que es abogado, va a su casa, para llevar a sus hijos al colegio. Cada mañana ellos bajan por las escaleras y él en ascensor. Es su secreto, hasta que Delia lo descubre. Una mañana, él baja por el ascensor y cuando llega a la planta baja, sus hijos han desaparecido. ¿Dónde están?. ¿Quién los tiene?. ¿Se han dado a la fuga?. ¿Los han secuestrado?.

Comienzan entonces los problemas para Sebastián. En la portería dan fe de que nadie ha salido. ¿Entonces?. Rastrean puerta por puerta, preguntan a cada vecino. Sin obtener respuesta. Delia aparece, para sumar su desazón a la de Sebastián. Él tiene la culpa, ella asiente.

En esos momentos cada persona parece culpalble, responsable, cómplice. Sebastián se desespera, mientras un vecino, que trabaja como comisario se afana en aplacarlo, en hacerle ver que se tratará de un secuestro, que esa es la versión más razonable.

Sin abundar en más detalles a fin de no destripar la trama, una vez vista, decir que uno tiene la sensación de haber perdido el tiempo, no mucho la verdad, menos de 90 minutos, con una historia que podía haber dado mucho de sí (la firma Patxi Amezcua, de quien guardo buen recuerdo de su película 25 kilates), pero donde casi desde el comienzo comienza a perder fuelle, como si la intensidad fuera mermándose, achicándose, con cada piso que descendemos, para una vez llegar a la planta baja, constatar que lo que hemos visto es algo parecido a un telefilm de sobremesa, en cualquier televisión, un producto de intriga psicológica de muy corto recorrido y escasa pegada, que se ve y se olvida casi al mismo tiempo.

Belén Rueda Séptimo

Belén Rueda siempre es un reclamo, y aquí en la piel de una mujer desquiciada e histérica, cumple, si bien su personaje resulta de muy poco peso en contraste con el de Sebastián, que ocupa cada casi plano, un Ricardo Darín que da el callo con lo que le echen, como siempre.

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