Ayer por la noche vi esta pelÃcula y no he dormido muy bien. No tengo claro si esto está correlacionado con el atracón de alubias de Anguiano aderezadas con morcilla de Burgos y chorizo de Baños del RÃo TobÃa o si fue por el visionado de esta pelÃcula la que me estuvo trabajando el subconsciente toda la noche, manteniéndome en suspense hasta la alborada.
Esta pelÃcula, Somos lo que somos, es la adaptación americana o remake de Somos los que hay, pelÃcula mexicana del 2010, la cual no he visto.
Al comienzo de la pelÃcula vemos a una mujer que empieza a sangrar por la boca, cae en un pilón y muere ahogada. Luego vemos que esa mujer tenÃa un marido hosco y raruno y dos hijas que parecen un spin-off de Los Otros, dos jovenes hurañas y taciturnas, que cuando miran parecen estar hablando con los muertos, y en lo que dura uno de sus pestañeos mi Rumba ya me ha recogido toda la casa. Por ejemplo.
Mientras, en el pueblo, siguen desapareciendo jóvenes adolescentes, cuyos cuerpos nunca aparecen. O bien porque se esconden de maravilla, que no es el caso, o bien porque su asesino las mata y las entierra de tal manera que nunca más aparecen, o bien como el Lobo Feroz, se las come.
Sà amigos si habéis visto Canibal, con un fantástico Antonio de la Torre, y os gustó, Somos lo que somos: una familia canibal, os llevará al orgasmo visual.
Tiene la pelÃcula un tempo lento, y como esa lluvia persistente que dura toda la pelÃcula, se va creando un clima inhóspito, acerado, gris, amortajado, sórdido y finalmente vomitivo. Casi nada.
Si quéreis pasar un mal rato, que al mismo tiempo es un muy buen rato, echarle un ojo a Somos lo que somos y ataros bien los machos. Yo, de hecho, desde ayer por la noche que la vi, hasta este mediodÃa, acabé tan estomagado que he aguantado sin comer carne.
Me ha contado un pajarito o pajarraco, no los distingo bien, que habrá una precuela y una secuela de esta pelÃcula. A ver si tienen suerte y nos la cuelan.