Dirección: Francis Lawrence.
Reparto: Will Smith (Robert Neville), Alice Braga (Anna), Dash Mihok (Macho Alpha), Salli Richardson (Zoë), Willow Smith, Charlie Tahan (Ethan).
Guión: Mark Protosevich y Akiva Goldsman; basado en la novela de Richard Matheson.
Producción: Akiva Goldsman, James Lassiter, Erwin Stoff, David Heyman y Neal Moritz.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Andrew Lesnie.
Montaje: Wayne Wahrman.
Diseño de producción: Naomi Shohan.
Vestuario: Michael Kaplan.
USA 2007
Años llevaba circulando por Hollywood el rumor de que se iba a hacer un remake, o una nueva versión, de Soy Leyenda, así como años llevaban circulando por internet multitud de guiones y diferentes versiones que podían ser la definitiva.
Y tras tanto tiempo de espera, cuando ya tenemos la nueva versión, tengo que decir que el resultado no me ha dejado satisfecho del todo. Mis referencias eran, por una parte, la novela original de Richard Matheson y por otro la versión que se hizo de ella protagonizada por Charlton Heston, El Último Hombre … Vivo (The Omega Man, 1971), que a su vez era un remake de El Último Hombre sobre la Tierra (The Last Man on Earth, 1964).
A pesar de todas esas referencias que tenía sobre la novela, las películas y los guiones, tanto la novela como la película las he leído y visto respectivamente este verano, así que las tenía todavía frescas a la hora de ver esta nueva versión.
Quizás sea por eso por lo que me ha defraudado. Para bien o para mal, yo esperaba encontrarme con una adaptación que fuera relativamente fiel a lo uno o a lo otro, a la novela o a la película (preferiblemente a la primera, para bien), pero no lo es a ninguna de las 2.
Comparándolo con la película de Heston, han eliminado la tribu de mutantes que le hacían la vida imposible a Neville, el prota y que eran de risa. Eso está bien. Pero es que los han borrado hasta el punto de que no existen, sólo hay una serie de zombies que se lo quieren comer y que se nota muchísimo que están generados por ordenador, así como los animales que aparecen. Eso está mal.
“La familia”, que era como se llamaba esa extraña secta de monjes albinos mutantes, tenía su razón de ser, aunque fueran patéticos en la forma en que se mostraban. Bien llevados hubieran podido dar mucho juego, porque hablaban de lo malo de las sectas, a la vez que jugaban con el hecho de quien era peor, si Neville que los quería matar a ellos, que eran una forma más de vida al fin y al cabo, o ellos mismos, que sólo le querían matar a él para que los dejara llevar a cabo su sueño hippie de un mundo mejor.
También se han inventado al amigo perro, que viene muy bien para la parte sentimentaloide. En la novela había un perro que también tenía su importancia, pero era diferente. Lo de los malos que no saben donde viven daba más juego en la novela, que sí lo sabían, y el vecino le atormentaba todos los días llamándolo.
Otras diferencias: aquella versión de Heston era de los 70 y él se iba al cine a ver películas. Ahora los tiempos han cambiado y Will Smith, el nuevo Dr. Neville, se ve las pelis en el DVD de casa.
Otra cosa que han eliminado es la referencia a la guerra bacteriológica ruso-china que generó todo el caos. Aquí es una doctora que ha hecho una vacuna que no resulta ser tal y aniquila a la población mundial en un abrir y cerrar de ojos, que es interpretada por una simplona, efímera y no acreditada Emma Thompson.
Por no desvelar mucho de la trama, me voy a callar otras cosas de la historia, pero sí diré que queda un tanto deslavada, parece que Will Smith no pone todo el empeño que debiera en su interpretación. Será porque aquí interpreta a un personaje serio y aunque tiene algún sutil toque de humor, no es del estilo que a él le gusta. El Dr. Neville es un hombre desquiciado entre la culpa por mantenerse vivo y tener la llave de la salvación en su propia sangre y no llegar a un resultado que salve a la humanidad. Además el hecho de llevar mucho tiempo sin relacionarse con personas le está haciendo perder su propia condición de ser humano.
Lo que si vuelve a ser un personaje más es la ciudad de Nueva York, lo mejor de la película, con imágenes impresionantes de sus calles desoladas, Time Square en plan salvaje y basura y maleza por todos lados, a la vez que algunos animales campando a sus anchas por ella. La escena con los puentes en el momento en que se “pone en cuarentena” Manhattan y las posteriores ruinas que visita Neville, llaman también la atención, ya que se gastaron en ella 5 millones de dólares, utilizaron 1.000 extras y un porrón de vehículos, incluidos los militares.
La vista de la ciudad, esa manera de tratarla y retratarla, recuerda inevitablemente a 28 Semanas Después, que hacía lo mismo con Londres. Qué diferencia con la forma en que se retrata Nueva York en otras películas, como Un Café en Cualquier Esquina.
El final no me ha gustado, es muy repentino y de los que no dejan buen sabor de boca, además del epílogo, que se lo podían haber ahorrado, aunque pensándolo bien, sin él quedaría aún más soso.
El inicio se parece más a El Último Hombre Vivo, pero no tiene la misma fuerza. Era lo mejor de esa versión de la novela. Aquí Will Smith corretea un poco por las calles, hace el cabra con el coche y con el perro, pero con poca gracia.
En cualquier caso, versiones varias incluidas, yo recomiendo leer el libro, del que curiosamente las versiones cinematográficas no revelan tanto, ya que no le son fieles, ni mucho menos, y su lectura es amena y entretenida. Y, qué leches, que hay que leer más.
Se me olvidaba hacer una mención a la chica de la peli, una brasileña sosa, acorde con la película, que para ser originales es interpretada por una brasileña, cuyo nombre es Alice Braga. ¿Les suena el apellido? No, no me refiero de los catálogos de lencería, sino de otra actriz, Sonia Braga. Pues el apellido y su gran parecido físico no es coincidencia, porque es la sobrina.
Como curiosidad, todos los cuadros que hay en la casa de Neville, me temía y he podido confirmar que se suponen “tomados prestados” del Museo de Arte Moderno de Nueva York. También pueden verse algunos carteles extraños de películas, sobre todo me llamó la atención el que tiene los símbolos de Batman y Superman superpuestos que se ve en Time Square. Todos ellos tienen que ver con la Warner, y los pusieron en plan coña.
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