Dirección: Peter Jackson.
Países: USA, Reino Unido y Nueva Zelanda.
Año: 2009. Duración: 139 min.
Género: Drama, fantástico.
Interpretación: Mark Wahlberg (Jack Salmon), Rachel Weisz (Abigail Salmon), Susan Sarandon (Lynn), Stanley Tucci (George Harvey), Saoirse Ronan (Susie Salmon), Michael Imperioli (Len Fenerman).
Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens y Peter Jackson; basado en la novela “Desde mi cielo” de Alice Sebold. Producción: Carolynne Cunningham, Fran Walsh, Peter Jackson y Aimée Peyronnet.
Música: Brian Eno.
Fotografía: Andrew Lesnie.
Montaje: Jabez Olssen
Es The Lovely Bones una película extraña ya que no sabe uno muy bien como catalogarla. Por un lado tiene toda la pinta de ser un dramón (asesinato de una menor de edad), aunque también apunta maneras de thriller (búsqueda del asesino por parte de su progenitor), de amor interdimensional (la niña comunicándose desde el más de allá con su padre y su amado), de anticuento de hadas (por su final, o mejor dicho comienzo infeliz), etc. La joven protagonista, la señorita Susie Salmon es asesinada a sus catorce de años, en la flor de vida, el mismo día en el que el chico que le gusta le invita a salir con ella. La joven no cabe pues de gozo en sí misma. Con la ingenuidad propia de su edad, accede a los deseos de George un vecino, con pinta de rarito, que la conoce del barrio, quien se ofrece a enseñarle un zulo que ha construido bajo tierra, cuidando todos los detalles, en tierra de nadie, sin casas alrededor, en campo abierto, para que en él jueguen los jóvenes como ella. Una vez baje al zulo ya no habrá vuelta atrás. De allí saldrá con los pies por delante. El cuerpo irá a un saco y de allí a una caja fuerte que el asesino esconderá en el sótano de su casa.
A pesar de no aparecer el cuerpo, pero sí un gorro y restos de sangre, la familia la da por muerta, toda vez que las pesquisas policiales no aportan ninguna luz, al tiempo que el matrimonio sobrelleva la pérdida de distinto modo. El padre se empecinará en encontrar al asesino dedicando a ello todo su empeño, indagando sobre la gente del barrio, implicando al policía del caso en su labor. La madre por el contrario decide poner tierra por medio, aligerando su penar, a fin de que en la distancia cautericen las heridas derivadas de la pérdida filial. Mientras, una hermana de la asesinada, comienza a sospechar del vecino, al igual que su padre, pero sin pruebas no pueden hacer nada al respecto, comprendiendo al fin, que nada de lo que hagan les devolverá a ese ser querido.
Visto el trailer de la película creía que la búsqueda del asesino iba a ser el meollo del asunto, pero no, ya que una vez que Salmon muere, ésta va al limbo, antesala del cielo y se suceden las escenas sobrenaturales, en un paraje apocalíptico, donde Salmon quiere saldar las deudas que tiene pendientes antes de asumir su nueva circunstancia. Esas escenas son largas, cansinas y restan intensidad a la historia, que se resiente enormemente con estos paréntesis fantásticos, volviendo una y otra vez sobre lo mismo, sin apenas variación.
La joven protagonista, la actriz Saoirse Ronan seguro que dará que hablar en el futuro próximo, porque junto a Stanley Tucci, en la piel del asesino, son con creces lo mejor de esta historia que podía haber resultado mucho más interesante, si se hubieran quitado el lastre de la edulcorada historia del más allá, centrándose en la persecución del curtido asesino, en el acecho que este ejercerá sobre la otra hija de los Salmon, en lo difícil que es para una pareja lidiar con la pérdida de una hija, distintos temas que se quedan sin desarrollar, reducidos a meros apuntes, como la anecdótica presencia de la abuela en el domicilio, dibujado todo ello con trazos gruesos.