World Trade Center (Oliver Stone, 2006)

Dirección: Oliver Stone.

Reparto: Nicolas Cage (John McLoughlin), Michael Peña (Will Jimeno), Maggie Gyllenhaal (Allison Jimeno), Maria Bello (Donna McLoughlin), Stephen Dorff (Scott Strauss), Jay Hernandez (Domonick Pezzulo), Michael Shannon (Dave Karnes), Armando Riesco (Antonio Rodrigues), Jon Bernthal (Christopher Amoroso), Donna Murphy (Judy Jonas).

Guión: Andrea Berloff; basado en las historias reales de John McLoughlin, Donna McLoughlin, William Jimeno y Allison Jimeno.

Producción: Michael Shamberg, Stacey Sher, Moritz Borman y Debra Hill.

Música: Craig Armstrong.

Fotografía: Seamus McGarvey.

Montaje: David Brenner y Julie Monroe.

Vestuario: Michael Dennison.

USA 2006

Último trabajo de Oliver Stone, polémico como suele suceder con sus películas, que desde siempre algunos han acusado de ser parcial y atacar a determinados sectores, pero cuya tendencia parece haberse cambiado y ahora en vez de acusarse de antiamericanismo lo hacen de todo lo contrario, de haberse lavado las manos (prácticamente no se habla en ningún momento de los terroristas). Esto sólo indica que por 2 horas de metraje no se puede juzgar a un director, y Stone, a su edad, supongo que tendrá claros sus principios y si a alguno no le gustan, seguro que tiene otros, como Groucho.

Pero dejando aparte eso, hay que decir que tal y como pasara con otros aspectos de la historia de los Estados Unidos, todo lo que envuelve a las Torres Gemelas ha engrosado la lista de los hechos históricos más importantes y todo lo que se diga sobre ello estará sujeto a la interpretación que unos y otros puedan hacer.

En cualquier caso, esta película más que centrarse en los atentados, lo hace en 2 personas que se vieron envueltas en ellos y lo que les sucedió. Al contrario que la también reciente United 93, que sí que contaba con más detalles los ataques a las Torres Gemelas y lo que sucedió en concreto con el tercer avión, World Trade Center prácticamente no habla del impacto de los aviones, el previo a la caída de las torres es casi inexistente y la acción empieza cuando los 2 agentes protagonistas entran en el complejo comercial para intentar ayudar en el desalojo de los edificios y estos se le vienen encima.

La película no da la impresión de ser muy comprometida, precisamente por centrarse en una historia muy concreta, la de esos 2 policías y las familias que reciben preocupadas las noticias de los accidentes y del estado de ellos.

Sí que es cierto que al final se muestra el típico americanismo, el orgullo patrio exagerado y ese tipo de cosas. Sabemos que a los americanos les gusta ir por el mundo provocando guerras, pero le tienen terror a que una se declare dentro de sus fronteras, y este ataque, posiblemente el más grande que han tenido en su historia, les puso los pelos de punta y ha servido para justificar cualquier otro acto que ha venido después y que no es necesario recordar. Pero también sabemos que justificación para ese tipo de actos, con razón o sin ella, la van a acabar encontrando en cualquier sitio y también que hay quien por salir en la foto de la historia es capaz de cualquier cosa.

Volviendo a la película, indicar que me ha dejado un poco con las ganas. Yo no la veo tan patriótica como dicen algunos, tampoco cuenta en detalle los hechos sucedidos y los personajes están bastante sesgados por el devenir de la acción, con lo que los actores no se pueden lucir demasiado. Es un querer y no poder.

Los 2 protagonistas principales, Nicolas Cage y Michael Peña, se pasan la mayor parte enterrados y hablando como pueden, así que se hace difícil valorar su trabajo. Peña por ejemplo hizo mucho mejor papel el año pasado en Crash y a Cage algunos lo ponen ya en los Oscars, me parece descabellado y este trabajo se queda a años luz del último por el que fue nominado, El Ladrón de Orquídeas.

La que más minutos tiene y que más me ha gustado es Maggie Gyllenhaal (hermana de Jake, el vaquero de Brokeback Mountain) que interpreta a una de las esposas de los policías. La otra es María Bello (vista últimamente en The Dark o Una Historia de Vilencia). Ambas cargan con la parte dramática de la historia y tienen un par de escenas emotivas que están muy bien rodadas por parte de Stone.

Una de las partes negativas, es que el ataque y derrumbe de las Torres Gemelas es algo que cualquier persona con una televisión al lado en aquellos momentos, pudo ver en directo y ninguna película que se haga después puede llegar a ser más realista, espectacular o emotiva que aquellas imágenes que pudimos ver entonces. El acierto de Stone es no intentar reproducir todo aquello que ya vimos en la televisión. Lo malo es que así es mucho más difícil llegar a sorprender al espectador o contarle algo que realmente le haga reflexionar o le impresione. United 93, estrenada casi al mismo tiempo sí cuenta una de las partes más desconocidas, la de aquel cuarto avión que se estrelló sólo, y por suerte sí consigue aplicar realismo e interés a la narración, algo más sencillo en su caso por ser el único de los aviones del que no se tuvieron imágenes, sólo algunas grabaciones de pasajeros que realizaron llamadas telefónicas. Uno de los puntos a su favor de United 93 era usar actores desconocidos, algo que facilita al público mucho más identificarse con ellos que los 4 actores protagonistas de World Trace Center, más que conocidos y por lo tanto menos creíbles interpretando personas reales.

Resumiendo, que World Trace Center me parece más un drama familiar ambientado en el escenario de las Torres Gemelas, que la historia de esos ataques. Es por ello que tienen más peso las mujeres que los propios agentes y más importancia la preocupación de estas que las causas del accidente de ellos. Me parece que muchos esperaban otra cosa, debido a las expectativas generadas. A mí realmente llegó un momento en que se me hizo pesada la película, sobre todo cuando aparecen los 2 policías sepultados hablando entre ellos y viendo visiones de sus familias y hasta de Jesucristo. Mis respetos a las personas reales que hay destrás de la historia, porque seguramente que muchas de esas cosas están cogidas de la realidad tal cual, pero como suelo decir, las películas tienen que parecer reales, no ser reales y lo que no se adapte, ser quitado. Lo ocurrido en realidad se puede enseñar en un documental o un reportaje de televisión.

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