Dirección: Mike Mills.
Reparto: Lou Taylor Pucci (Justin Cobb), Vincent D’Onofrio (Mike Cobb), Keanu Reeves (Dr. Perry Lyman), Tilda Swinton (Audrey Cobb), Benjamin Bratt (Matt), Kelli Garner (Rebecca), Vince Vaughn (Sr. Geary), Chase Offerle (Joel Cobb), Sarah Iverson (Rene), Sarah Bing (Sasha), Kit Koenig (Sra. Wood).
USA 2005
Reparto destacable para una producción norteamericana independiente. El nombre más conocido es el de la superestrella de Hollywood, Keanu Reeves, que entre superproducciones taquilleras se dedica ha intervenir en alguna peliculilla más modesta como esta, pero mucho más artÃstica. También están dos actores similares fÃsicamente, que también le dan un poco a todo: Vicent D’Onofrio (genial soldado patoso en La Chaqueta Metálica, repelente alienÃgena en Men In Black) y Vince Vaughn (la nueva Psicosis), que ya coincidieran en La Celda. La madre es una actriz no tan conocida, Tilda Swinton, actualmente en cartelera y con gran éxito con Las Crónicas de Narnia, aunque con un aspecto muy diferente. También tiene un papel secundario un hispano que suele hacer de tal en todas sus pelÃculas: BenjamÃn Bratt. El chico protagonista no es tan conocido. Su nombre Lou Tayulor Pucci y apunta maneras.
Pues este chico, a pesar de tener 17 años, sigue chupándose el dedo, lo que para su padre (D’Onofrio) es una vergüenza, para su odontólogo (Reeves) es un problema y para su madre (Swinton) es una enfermedad. Por un motivo u otro todo lo malo que le pasa acaba teniendo relación con la manÃa de chuparse el pulgar. Pero todo cambia cuando su pseudo hippie dentista le consigue quitar esa costumbre mediante técnicas hipnóticas. Eso era un consuelo para él, y al no poder ya chuparse el dedo, su nivel de ansiedad llega a unos niveles tales que llega a provocarle un accidente al dentista, Reeves, momento en el que sus padres le llevan al médico, le diagnostican un déficit de atención y le recetan unas pastillas.
A partir de ese momento todo cambia en su vida, empieza a sentir que tiene el poder absoluto sobre la misma y las cosas empiezan a ir mejor que nunca, hasta el punto de convertirse en el lÃder del grupo de debate de su instituto que dirige Vince Vaughn.
Pero lo que parece ir de maravilla también tiene sus pegas y al darse cuenta de que es adicto a las pastillas que le han recetado, empieza a plantearse de nuevo lo que le está pasando, su relación con su familia y con una chica de su clase que le gustaba y con la que no se ve desde hace tiempo.
Es curioso como con un argumento tan sencillo se puede lograr hacer una pelÃcula tan amena. Los personajes son gente normal que vive sus vidas como puede, con altibajos, problemas, alegrÃas. Se nos va mostrando en dÃa a dÃa de una familia tal y como puede pasar en cualquiera, sin exagerar las miserias de ese cine social en el que todo es ruinoso y cada vez va a peor, ni con la exageración de las comedias en las que suceden cosas disparatadas una tras otra, ni con la exageración de las series televisivas donde todos son superestupendos.
Hay que destacar la interpretación del protagonista Lou Taylor Pucci, creÃble en su personaje y con una actuación muy natural. Su sonrisa tÃmida y su mirada dicen muchas cosas por sà solas sin necesidad de que abra la boca, asà que habrá que seguirlo de cerca en los próximos tiempos.
También está bien el paródico personaje de BenjamÃn Bratt (para el que le suene de algo, además de amplia filmografÃa es uno de los ex de Julia Roberts), principalmente por la reacción que provoca en la familia protagonista, sobre todo en la madre, Tilda Swinton.
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este mike mills, no será el bajista de REM?
tienen el mismo nombre y apellido