Dirección: Gustavo Ron.
País: España.
Año: 2006.
Duración: 103 min.
Género: Comedia romántica.
Interpretación: Daniel Guzmán (Gabriel), Verónica Sánchez (Marina), Fernando Fernán Gómez (Paúl), Manuel Lozano (Samuel), Diana Palazón (Gabriela), Phyllida Law (Sarah), Manuel Millán (profesor), Víctor Mosqueira (Manuel), María Blanco-Fafián (Ana), Evaristo Calvo (vagabundo).
Guión: Gustavo Ron y Edmon Roch.
Producción: Álvaro Ron y Julio Fernández.
Música: César Benito.
Fotografía: David Carretero.
Montaje: Juan Sánchez.
Dirección artística: Curru Garabal.
Vestuario: Margaret Watty.
Estoy de enhorabuena. Si recientemente comentaba el buen sabor de boca que me había dejado el visionado de Tu vida en 65´ahora con otra película española totalmente diferente en cuanto ha su temática y puesta en escena, me ha vuelto ha ocurrir parecido. Mia Sarah es otra de esas películas que se estrena en los cines, dura un par de semanas, pasa sin pena ni gloria ya que no hay grandes sumas de dinero dedicadas a sus distribución y como no están hechas con dinero del estado pues no se anuncian tampoco en los telediarios de TVE y luego no volvemos a oir hablar de ella. A veces en los videoclub te pica la curiosidad o algún conocido te hace algún comentario sobre una película y la coges, la ves y en ocasiones como esta te alegras de haberlo hecho.
El cuarteto protagonista lo integran Daniel Guzman, Manuel Lozano, Verónica Sánchez y Fernando Fernán Gómez. Coinciden Fernando y Manuel después de haber rodado La lengua de las mariposas, entonces Manuel era un chiquillo menudo y ahora un adolescente con pelo a lo afro, ya saben como un arbusto.
Gabriel es un psicólogo recientemente en el paro que tiene un peculiar método con el que trata de solucionar los problemas de sus pacientes. Marina vive con su hermano Samuel el cual tiene agorofobia y permanece en casa encerrado desde hace tres años, desde que tuvo lugar la muerte de sus padres. Manuel decide crearse un amigo imaginario que le ayude a rumiar su soledad y nada mejor que la figura de su abuelo Paul, un hombre culto, antaño escritor, que falleció también en el coche en que viajaban los padres del joven, y que ahora está muy presente en su vida, guiándolo y haciéndole compañía al tiempo que le inculca el amor por los libros, la oratoria, la declamación. Fabulosa la biblioteca que tienen en el salón de la casa. (¿se imaginan una novena edición de Gran Hermano con doces jóvenes encerrados en ella leyendo todo el tiempo, charlando sobre libros, haciendo interpretaciones?. Seguro que no duraba ni un programa. La lectura es un proceso solitario y la televisión busca dinamismo, cuerpos en continuo roce y magreos por doquier). Su hermana, dado que Samuel no quiere ir al colegio busca profesores para él,los cuales le duran poco tiempo pues enseguida salen espantados ya sea porque creen que el mucho está loco de atar y porque tienen una escurribanda que se van patas abajo, gracias al buen manejo que el pupilo hace del laxante.
Gabriel tratará de soslayar los envites del joven y merced a su particular método ir ganándoselo poco a poco. Como es previsible Gabriel cae rendido a los pies de la dulce Marina
y querrá conquistarla al tiempo que prentende que Samuel salga de casa y viva con los pies en la tierra.
La música que arropa las escenas es exquisita, la fotografía preciosista, las interpretaciones brillantes, los diálogos fabulosos, el ritmo constante y tiene unos momentos tragicómicos que al igual que a Marina nos hacen reír y llorar al tiempo. Está rodada en La Coruña y Betanzos y vemos las casas de piedra y bonitas calles de edificios con galerias blancas.
Mia Sarah es una joya dentro de nuestro cine. Un tesoro escondido. Si tienen posibilidad de verla , háganlo, merece la pena y al contrario que sucede las más de las veces, ver esta película es una «ganancia de tiempo«, de las que te dejan buen cuerpo y alimenta el espíritu. ¿Hay algo más entrañable que la relación entre un nieto y un abuelo y el fogonazo que supone el enamoramiento?.
Supone el debú en la dirección de Gustavo Ron que también participa en el guión, al que le auguro un feliz porvenir como realizador.