[REC] (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007)

Dirección: Jaume Balagueró y Paco Plaza.
Reparto: Manuela Velasco (Ángela), Ferrán Terraza (Manu), Jorge Yamam Serrano (Sergio), Carlos Lasarte (César), Pablo Rosso (Marcos), David Vert (Álex), Vicente Gil (policía), Martha Carbonell (Sra. Izquierdo), Carlos Vicente (Guillem), María Teresa Ortega (abuela), Manuel Bronchud (abuelo), Claudia Silva (Jennifer).
Guión: Luiso Berdejo, Paco Plaza y Jaume Balagueró.
Producción: Julio Fernández.
Fotografía: Pablo Rosso.
Montaje: David Gallart.
Dirección artística: Gemma Fauría.
Vestuario: Glòria Viguer.
España 2007

En la actualidad tanto o más importante es saber vender una película como buena o crear expectación ante ella, como que la película sea buena en sí. Una de las vías para conseguir hacer creer que una peli es buena son los trailers, esos pequeños resúmenes, más que avances, que en ocasiones te chafan todas las escenas buenas o te llevan a equívoco, pensando que lo que te ofrecen es algo muy distinto a lo que luego te encuentras.

Con REC es eso lo que pasa. Sinceramente esperaba una película de terror, psicológico, fantástico o lo que sea, y viendo el trailer parecía que sí podías llevarte unos cuantos sustos. Pero el marketing es lo que tiene, intentar vender y con esta peli nos la han metido doblada.

No sé por donde empezar. Os contaré primero que yo la he visto en cine y en pantalla grande. Si así me ha parecido un auténtico truño, no quiero ni pensar lo que pueda ser verla en casa, por muy buena tele que tengas o con una de esas copias en mala calidad. Sinceramente no merece la pena.

La película es mala con ganas. La historia es la de unos reporteros que van a pasar una jornada con los bomberos de Barcelona, grabando un reportaje y saliendo a patrullar una noche con ellos. Lo que vemos es la grabación (sin montar) que ellos realizan. Primero a la presentadora haciendo la entradilla al reportaje, luego algunas entrevistas, incluyendo las que luego se descartarán y después, cuanto «revienta» la acción, todo lo que buenamente el tío de la cámara puede grabar, ante los gritos agobiantes de su compañera de «¡¡¡¡Grábalo todo!!!!«. De ahí el título de REC (!!!).

El resultado es un híbrido entre España Directo (en su versión más castiza) y La Bruja de Blair (película a la que no es admiración precisamente lo que le tengo). La cámara no deja de moverse y a media película tu estómago empieza a notar los efectos de tanto movimiento, porque se empieza a resentir. No sé que se pretende queriendo aparentar que se graba todo con una cámara de televisión. Esto no es algo novedoso ni original, de hecho es un recurso bastante trillado y que veo útil únicamente para currar menos los que hacen la peli, de cara al espectador es un coñazo. Para acabar de fatidiarlo, yo pensaba: «por favor, que no metan visión nocturna«. Pues toma, no quieres caldo, dos tazas, lo que faltaba.

Además en un principio con eso pretenden darle realismo, supongo, pero este dura hasta que empieza a verse a la comunidad de vecinos, compuesto por unos personajes tópicos y teatreros que no resultan creíbles, sobre todo porque están interpretados por un conjunto de actores que parecen secundarios de series de televisión, de esos que te suena de haber visto en alguna serie interpretando a algún personajillo del montón y que da la impresión de que siempre seguirán siendo secundarios.

Las interpretaciones también son muy forzadas, todos sobreactúan, se pasan la película gritando (creo que perdí un 20% de audición en el cine) y llega un momento en que estás deseando que se los ventilen a todos de una vez de lo insoportables que resultan.

La única que podría tener un potencial como actriz es la protagonista, Ángela, interpretada por Manuela Velasco, a la que también estás acostumbrado a ver más como presentadora que como actriz y se te hace raro verla en plan acción, aunque como está siempre hablando a cámara, se hace más llevadero. Pero es la que más grita, la más histérica y no se convierte en un personaje con el que puedas identificar, también deseas que le den cera, así que esperaremos a que adquiera tablas y ya veremos lo que es de ella. De momento ya ha hecho algunas cosillas, así que será cuestión de tiempo saber si vale como actriz o volverá a los 40, Cuatrosfera y demás. Eso sí, creo que su sobreactuada interpretación debe ser, como suele decirse, por exigencias del guión, que es lo único que puede alegarse a su favor.

Otra cosa: los «monstruos», porque sí, hay monstruos, zombies, o como les quieras llamar, pero también tiran a lo cutre, pareciéndose más a los de El Último Hombre Vivo (The Omega Man) que a los de las películas de George A. Romero.

A parte de esperar que la pérdida de audición provocada por el volumen de la sala sea sólo temporal y de salir con un cabreo importante del cine por el engaño (que se pasó por la provocada por las típicas cenas de empresa de esa misma noche), lo único bueno es que no pagué los 6 euros y pico de la entrada (con el fin de año se me acabará el chollo del cine gratis), porque sino la mala leche hubiera sido mayor y siempre queda el consuelo de «la ración fue pequeña» porque la película dura escasa hora y cuarto y aún así se le podría meter tijera a saco.

Bueno, da la impresión de que la película no me hubiera gustado pero… es verdad. Eso sí, algún susto la gente se llevará, porque si le das mil vueltas a la cámara y después enfocas de repente un primer plano de un bicho que echa sangre y espumarajos por la boca, pues la gente salta, más por alto reflejo que por miedo, pero salta.

No sé si el Sr. Balagueró es considerado un especialista en el género de terror, pero con pelis como esta, Frágiles, Para Entrar a Vivir o Somne, igual se tenía que ir pensando en cambiar de género, porque va en una cuesta abajo alarmante. Aunque habiendo realizado OT: La Película, se puede esperar de todo.

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