Ned va viendo como entre Olive y Chuck va habiendo un acercamiento, que él ve como tal cuando ambas se apartan para contarse cosas a sus espaldas, aunque nosotros sabemos que ese acercamiento, propiamente dicho, no existe, sino que ambas planean devolver a las tías de Chuck la felicidad perdida tras la muerte de la sobrina, y conseguir que las famosas sirenas vuelvan al agua, dejando por un momento la rivalidad respecto al pastelero a un lado, aunque sin olvidarse de ella.
En ese sentido Olive aprovecha de vez en cuando para arrimar la cebolleta a Ned, en este episodio incluso le suelta la frasecilla de: “llevas un rodillo en los pantalones o es que te alegras de verme”. Por si hay dudas, lleva un rodillo.
Una prueba del sentido del humor de la serie es la conversación que mantienen en la morgue con la víctima carbonizada de una explosión: “¿Qué es lo que produce ese humo?”, pregunta la chica en cuestión, a lo que le responden que ella. “Perdón, que maleducada soy, no puede ser bueno para sus pulmones”.
La chica víctima de la explosión es la ayudante de un mago de los olores, que no recuerda para nada al protagonista de “El Perfume”, es bastante más fanfarrón y sin escrúpulos, del estilo un malo de Austin Powers (sin llegarle ni a la suela de los zapatos al Dr. Maligno, eso sí).
Este hombre está intentado publicar un libro de rasca y huele, sí, lo que parece, rascas y sale un olor determinado (y la gama es amplia), y para ello se vale de todas las artimañas posibles. En la investigación se encuentran con libros en 3 dimensiones y de recortables, que a los protas les parecen mucho más entretenidos.
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