Dirección y guión: Rodrigo García.
Reparto: Glenn Close (Dra. Elaine Keener), Cameron Diaz (Carol), Calista Flockhart (Christine Taylor), Kathy Baker (Rose), Amy Brenneman (Kathy), Valeria Golino (Lilly), Irma St. Paule (madre de Elaine), Holly Hunter (Rebecca), Gregory Hines (Robert), Penny Allen (Nancy), Matt Craven (Walter), Miguel Sandoval (Sam), Noah Fleiss (Jay), Danny Woodburn (Albert), Penny Allen (Nancy).
Producción: Jon Avnet, Lisa Lindstrom y Marsha Oglesby.
Música: Edward Shearmur.
Fotografía: Emmanuel Lubezki.
Montaje: Amy E. Duddleston.
Diseño de producción: Jerry Fleming.
Vestuario: George L. Little.
Decorados: Betty Berberian.
USA 2000
Uno de los títulos más erráticamente traducidos de la historia del cine reciente. Una cosa es que se pasen por el arco del triunfo las traducciones literales, que no las adapten o que cambien los títulos por lo que les venga en gana, pero poner a traducir una frase a uno que no tiene ni pajolera idea del idioma, es algo que clama al cielo, más cuando se supone que esto lo deberían hacer profesionales. Creo que ya había comentado algo al respecto al hablar la siguiente película del director, Nueve Vidas (fatal traducción, igualemente, cuando además tiene trascendencia en la película). Por desgracia la versión que he visto yo es la doblada al castellano, pero intuyo que ahí también han cometido unas cuantas meteduras de pata. Como traductor he visto que figura un tal Joseph Llurba.
Ambas películas tiene muchas cosas en común, entre ellas gran parte del (excelente) reparto, en su mayoría femenino, que se repitió en aquella. Las 2 películas y episodios sueltos en varias series de televisión completan la filmografía del director y escritor de ambas, Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez.
También la estructura de Nueve Vidas coincidía con esta, varias historias que discurren paralelas, sin entrometerse entre ellas, pero cruzándose en algún punto las vidas de los personajes, aunque sea de forma efímera.
De todas las actrices que intervienen sería difícil quedarse con una, porque todas ellas están estupendas, me gustan todas y el director les ha sabido sacar lo mejor. Quizás pueda destacarse a Cameron Díaz interpretando el papel de una mujer ciega con una actitud muy positiva y desenfadada frente a la vida, con un personaje, a pesar de su ceguera, no muy diferente a los que nos tiene acostumbrado, aunque con un punto de profundidad muy bien conseguido.
Valeria Golino, con su personaje de enferma terminal con el aspecto muy desmejorado, consigue que nos quitemos de la cabeza el típico aspecto que suele lucir en la mayoría de las películas, pero su personaje, fuera de lo físico y emocional de su enfermedad, no aporta mucho más.
La película está dividida en 5 fragmentos, en los que hay diversas protagonistas y vemos, aunque sea de refilón a alguno de los personajes del resto de historias, además de una enigmática presencia, una mujer de rojo (Elpidia Carrillo), cuyo destino se desvelará en el último de los segmentos.
En el primero una adivina, Calista Flockhart, con su atractivo de siempre, mínimo, debido a su extrema delgadez, le echa las cartas y nos hace una excelente radiografía de la personalidad de una Glenn Close que interpreta a una doctora que ha de cuidar de su anciana y enferma madre al mismo tiempo que, viéndose ya en una edad más que madura, se plantea su futuro a nivel sentimental.
En la segunda la protagonista es Holly Hunter, una mujer que a nivel laboral ha llegado a la cima, pero a nivel personal es una ruina, es fría, parece tener las cosas muy claras de cara al exterior, pero al mismo tiempo en muchas ocasiones le entran dudas. Una bag-woman se lo hará ver con sentencias como “el amor no se pide, se da”. Pero ella seguirá fiel a sus principios, manteniendo una relación con un hombre casado en la que es segundo plato e incluso llegando a abortar para mantener su status.
La tercera historia es la de Kathy Baker, una mujer que se enfrenta casi por sorpresa a la adolescencia de un hijo al que está criando sola, ya que está divorciada. Incapaz de pensar para ella misma, se da cuenta de que su hijo ya puede valerse al mismo tiempo que un extraño hombre llega al vecindario. Es un enano que despierta la curiosidad de su hijo primero y de ella misma poco después, hasta límites que se salen de lo que ella esperaba.
La siguiente historia es la de una pareja de lesbianas, Valeria Molino y Calista Flockhart, que siguen compartiendo su vida y recordando los primeros pasos de su historia de amor (“Acabamos de conocernos, pero ya le he echado el ojo”) ahora que la primera de ellas se encuentra postrada en la cama, gravemente enferma y la segunda con la mirada perdida piensa en lo que le deparará el futuro.
La última historia es la de dos hermanas que comparten piso, Cameron Díaz, ciega, pero llena de vida, con ganas de juerga y de pasarlo bien, y Amy Brenneman, más retraída, seria y con una vida social más relajada, combinando su trabajo de policía con la investigación sobre una de las últimas víctimas que se ha encontrado, vieja compañera de estudios.
Al final de la película vemos como todas las historias que nos han contado, en las que las protagonistas se dejaban llevar, sobre todo en el aspecto sentimental, varían su rumbo cuando las protagonistas pasan a la acción y deciden ser las que cojan el timón de sus propias vidas. Cómo irán sus vidas a partir de entonces es algo que ya no vemos, pero nos podemos suponer: mejor.
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Bueno, se ven relindas a este repoker de mujeres, gosaria de ver el filme sabiendo que estan en el estas minas tan hermosas