Dirección: Marc Forster.
Países: Reino Unido y USA.
Año: 2008.
Duración: 108 min.
Género: Thriller, acción.
Interpretación: Daniel Craig (James Bond), Jeffrey Wright (Felix Leiter), Mathieu Amalric (Dominic Greene), Gemma Arterton (agente Fields), Olga Kurylenko (Camille), Judi Dench (M), Giancarlo Giannini (Mathis), Jesper Christensen (Sr. White), Joaquín Cosio (general Medrano), Anatole Taubman (Elvis), David Harbour (Gregg Beam), Rory Kinnear (Tanner), Fernando Guillén Cuervo (jefe de policía), Glenn Foster (Mitchell), Paul Ritter (Guy Haines).
Guión: Paul Haggis, Neal Purvis y Robert Wade; basado en los personajes creados por Ian Fleming.
Producción: Michael G. Wilson y Barbara Broccoli.
Música: David Arnold.
Fotografía: Roberto Schaefer.
Montaje: Matt Chessé y Richard Pearson.
Diseño de producción: Dennis Gassner.
Vestuario: Louise Frogley.
Espero las películas de James Bond como agua de mayo, aunque se estrenen en noviembre, como así ha sucedido con Quantum of solace. Una vez vista me he quedado satisfecho, más por haber cumplido un deseo, que por los efectos derivados de su cumplimiento.
En esta nueva entrega del Superagente británico del MI6 la acción transcurre por países de medio planeta, como viener siendo habitual en la saga.
Comienza la película con una frenética persecución de coches en territorio italiano, donde Bond tras zafarse de sus perseguidores, sorteando varios puentes y la embestida de coches y camiones llega finalmente a una casona italiana. En el maletero de su coche porta un hombre retenido que llega ileso.
Luego, en un sótano, Bond se reúne con M. Cuando el detenido va a cantar, uno de los hombres del cuerpo de seguridad de M resulta ser un enemigo, así que tras un tiroteo Bond inicia otra persecución por las atestadas calles de Siena, que precisamente celebra la fiesta de Il Palio en la “Piazza del Campo” (es habitual que las producciones americanas hagan uso de las festividades más llamativas de los países donde ruedan. Así hemos visto la Semana Santa española en “Misión Imposible II”, que por otro lado, asemejaba más Las Fallas, o La Inquisición que otra cosa, pero es sabido que los guionistas ni son guías de viaje, ni historiadores, ni mucho menos eruditos, así que es normal que mezclen cosas que no vienen a cuento. Y hablando del Palio una amiga que estuvo en Siena haciendo un curso de verano me cuenta que acabó del Palio hasta las narices, porque los lugareños se pasan meses preparándolo, así que cuando llegó el momento de la festividad dejó Siena y se fue unos días a ver Le Cinque Terre, que ya dicho de paso he de decir que es un lugar que hay que visitar)
Tras finiquitar el asunto como ahora es habitual en Bond; a hostia limpia, ya sea a rodillazos o cabezazos, se marcha a Haití, tratando de encontrar al culpable de chantajear a Vesper (la mujer que quería Bond y al cual traicionó) donde entra en contacto con una espectacular mujer, Camille (la modelo metida a actriz Olga Kurylenko) que ya de entrada se lo quiere cargar a bordo de un auto y que luego vemos como anda del brazo de un empresario, Dominic Greene (el actor francés Mathieu Amalric que tiene ahora en cartelera «La cuestión humana«, que va comprando voluntades de dictadores o militares corruptos, a golpe de maletín (repleto de dólares), pues queda patente que el interés crematístico es lo único que mueve a estos hombres, que por otro lado dan un trato a las mujeres vejatorio, a las cuales solo recurren para saciar sus instintos básicos.
A James Bond le podemos denominar “El hombre Fuerzas armadas”, dado que se mueve a las mil maravillas por “aire, tierra y agua”. Lo vemos conducir a lo Fernando Alonso haciendo virguerías con su cochazo. En el agua es un experto conductor de lanchas neumáticas y con una patera con motorcillo es capaz de hacer frente a varías Zodiac de última generación. Finalmente Bond también es capaz de pilotar aviones y plantar cara con una cáscara con hélices a helicópteros y F16. Así es Bond. Con media docena de tíos como estos, se acabarían todas las guerras en un plis plas, o quizá no, pues está visto que Bond sólo usa el lenguaje de las armas, y va dejando un reguero de cadáveres a su paso, sin que ello le suponga el menor dilema moral.
La película atesora un ritmo trepidante, incluso en ocasiones, peca de hiperacelerado, así que cuesta asimilar tal alud de imágenes. Entre Bond y su acompañante, por increíble que parezca no hay tensión sexual (pues todo se queda en un “cubrimiento” con piel de cordero y no humana, en una cueva, y en un morreo postrero). El deambular de Bond por diferentes partes del planeta confirma la globalidad de un mundo interconectado por diferentes medios, si bien, todo ese deambular, esa travesía global, resulte episódica, e importen bien poco las localizaciones, con las que se busca el exotismo que ofrecen (para los consumidores audiovisuales del primer mundo) los países menos desarrollados económicamente, con conductores bolivianos hablando del cambio climático, por ejemplo.
Si Casino Royale me pareció una película redonda, a ésta que nos ocupa, le encuentro muchas aristas, y a pesar de que se ve en un suspiro y entretiene en mayor o menor medida, merced a unas espectaculares escenas de acción “marca de la casa”, dada su tipicidad y previsibilidad, dejando de lado cualquier principio de humanidad al que aferrarse, y apostando por esa máquina de matar que es Bond (el cual cada vez más se asemeja a un Terminator), el poso que me queda tras su visionado es el de un puñado de arena blanca sobre la palma de la mano en un día racheado.
Seguiré, no obstante, esperando las nuevas entregas, con la ilusión de siempre, porque dado que los directores de la saga cambian, quizá también haya un cambio en Bond, no tanto de actor (ya que Daniel Craig, cumple con rigor las exigencias de su personaje y se muestra en perfecto estado de forma), sino de trasfondo, dado que a mí, ver a un tío despachar gente, sin ton ni son, me resulta aburrido y alienante, decreciendo mi interés pasado un cuarto de hora.
Como anécdota, comentar que hay presencia española en el film, de la mano de Fernando Guillén Cuervo en el papel de un jefe de policía Boliviano corrupto.
Daniel Craig | Invasión |La brújula dorada | Historia de un crimen | Casino Royale
Olga Kurylenko | Hitman
Jeffrey Wright | Invasión | Casino Royale | La joven del agua | Syriana
Mathieu Amalric | La escafandra y la mariposa
El el año 72 presencie mi primer pelicula de Bond, luego con los años vi y compre en distintos formatos todas, incluyendo la comedia interpretada por David Niven (el primer Casino Royale para el cine, hubo otro blanco y negro para la telefvicion), hoy me toco la ultima y casi peor de la serie.
Porque?? si el protagonista fuera Bourne la pelicula seria de 9 puntos, pero no es bourne, es Bond y tendria que mantener algunas constantes de la serie.
Casi no se utiliza el tema Bond, porque??? hay montones de momentos donde no desentonaria y quedaria perfecto.
Se perdio el humor y la ironia que caracterizaban a los personajes.
La chica Bond no esta, y la que lo acompaña ni se interesa en el, como si no existiera.
Los circulitos del interior de un arma que siguen a Bond, se detiene y dispara para cubrirse la pantalla de rojo con el agregado del tema principal….en esta lo pusieron al final (?????).
La musica de la pelicula es otro tema, en las anteriores uno siempre puede recordar la pelicula escuchando en algun momento el tema principal, muchas veces esos temas fueron primeros en todos los rankings e interpretados por figuras de primera linea, que paso en esta ????? El tema ademas de ser horrible, es olvidable (ya no lo recuerdo y paso menos de una hora…)
Dejando de lado el fanatismo Bond, la pelicula es agil aunque muy baja de imaginacion en cuanto al argumento. Las persecuciones son exitantes aunque el sistema de filmar con camara en movimiento hace que en alguna de ellas uno se pierda y hasta maree.
Los efectos, el sonido, los lugares, como siempre y de primera.
Es la primera vez que hay una continuacion de una pelicula de Bond, y creo no sera la ultima por la forma en que termina esta…..
Como pelicula de accion esta bien, pero como pelicula de Bond decepciona mucho a sus seguidores mas antiguos….
Muchas gracias.
Roberto