Oculto crítica película

Dirección: Antonio Hernández.
Guión: Antonio Hernández, Enrique Brasó.
Intérpretes: Laia Marull, Leonardo Sbaraglia, Angie Cepeda,
Gerardo Malla, Joaquin Climent,
Gary Piquer, Emma Cohen, Geraldine Chaplin
William Miller.
Producción: Antonio Saura, Jose Nolla.
Año: 2005.
Género: Thriller.
Fotografía: Unax Mendía.
Música: Banda Osiris.

Demasiado Oculto y escondido está el interés que ofrece esta mediocre y gris película, dirigida por Antonio Hernández (que sorprendió con la La ciudad sin límites, también con Sbaraglia, con la que obtuvo el Goya al mejor guión en 2003).

La historia comienza cuando en una conferencia acerca del significado de los sueños, una chica del público, Natalia, (Angie Cepeda) cuenta sus repetidos sueños, a los que trata de buscar alguna explicación. Los sueños de marras tienen que ver con el monolito de 2001: Una odisea al espacio de Kubrick. En la conferencia hay un periodista, Alex (Sbaraglia), que muestra gran interés por la historia de la chica y quiere quedar con ella, para entrevistarla (a fondo como más tarde se verá). Mientras Natalia, cuenta sus sueños, una chica que trabaja allí, Beatriz, se desmaya. Al concluir la charla, Alex apunta el teléfono de Natalia, y acompaña a Beatriz a su casa, pues está lloviendo, y él es un caballero (de lanza en ristre).

En los sueños de Natalia, aparecen tres símbolos, que casualmente Beatriz tiene en un tatuaje en su vientre. De tal guisa los tres, Alex y las dos féminas se ven envueltos en una trama misteriosa, a la que Natalia, la cual no quiere dormir (cuando lo hace tiene horribles pesadillas, que la obligan a mantenerse despierta a toda costa), trata de buscarle una explicación lógica y cree que Beatriz es la persona indicada para encontrar una solución pausible. Hay una visita a una medium para tratar de entender algo.

Mientras tanto Alex, bastante atorrijado, es una marioneta, que satisface la fogosidad de la ardorosa Natalia, con varios revolcones, con un papel desdibujado y un afán de Sbaraglia en borrar su acento argentino, que todavia realza más lo mal que actúa en esta película y que induce a la risa. La que da algo más de miedo es Laia Marrull, que asusta con las caras de pánico y susto que planta en su rostro. Sin lugar a dudas lo único que se salva de esta anodina, mal planteada y peor resuelta, película es Angie Cepeda, que es la que de modo convincente, con garra y arrojo, exterioriza muy bien su mundo interior, sus pesadillas y sus miedos. Todo lo demás es mejor meterlo en un baúl bajo llave y dejarlo bien Oculto.

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