Scoop (Woody Allen, 2006)

Dirección y guión: Woody Allen.

Reparto: Woody Allen (Sid Waterman), Hugh Jackman (Peter Lyman), Scarlett Johansson (Sondra Pransky), Ian McShane (Joe Strombel), Romola Garai (Vivian), Matt Day (Jerry Burke), Charles Dance (Sr. Malcolm), Anthony Head (detective).

Producción: Letty Aronson y Gareth Wiley.

Fotografía: Remi Adefarasin.

Montaje: Alisa Lepselter.

Diseño de producción: Maria Djurkovic.

Vestuario: Jill Taylor.

USA, Reino Unido, 2006

Filmografía: Se me hace muy difícil hablar de esta nueva película de Woody Allen sin hacer referencia a su filmografía reciente, tanto pasada como futura. El propio cineasta suele hacerlo en sus ruedas de prensa con frases como: “No se preocupen si no les gusta esta película, ya tengo preparada la siguiente”.

La siguiente: Teniendo a Allen en mente y sabiendo lo que representa en el cine, cualquier español aficionado al séptimo arte deberá tener en mente al ver esta película que esa al que se refiere él mismo con “la siguiente” será rodada en España. Ya está confirmado que vendrá a Barcelona para hacerla, aunque por medio habrá otra, que esa sí que está ya preparada, en post-producción, que pensaba rodar en París pero que acabo por filmar en Londres de nuevo, y van 3 seguidas.

Continuidad: Lo más destacable de esta película es que Allen ha vuelto a la senda que marcaba su carrera. Después de Match Point, que es una de las películas “menos suyas” de todas las que ha hecho, ha vuelto a esos diálogos punzantes, a ese personaje lleno de dudas y miedos y a aparecer él mismo interpretándolo, ya que en su anterior trabajo no era así.

Pero dentro de la continuidad, se ha confirmado su exilio de Nueva York, esta es la segunda rodada en Londres y como decimos ya tiene una tercera y la siguiente será en Barcelona, así que de momento Allen ha decidido venirse a su querida y vieja Europa, que siempre ha sido más agradecida con sus trabajos que sus propios paisanos.

Y como no, hay que hablar también de la otra gran repetición, la joven, rubia, turgente y admirada Scarlett Johansson. Aunque repite, debo decir que no parece la misma actriz de Match Point, lo que, estando bien en ambas, dice mucho de su calidad artística. Si en Match Point iba de mujer fatal y estaba sexy y provocativa, en Scoop es todo lo contrario. Con una ropa muy discreta y las gafas que le han plantado, esta vez le ha tocado interpretar un personaje muy “woodydiano”. Está muy expresiva, habla sin parar haciendo aspavientos y anda entre la inseguridad y la decisión ha hacer lo que debe. Es un personaje que se aleja bastante de los que ella ha interpretado anteriormente.

Reparto: En el reparto, además de Scarlett y Allen, los dos protagonistas, destaca Hugh Jackman, interpretando a un aristócrata estirado que representa el centro de toda la trama. No lo acabo de ver en el papel. Se supone que para los actores en general trabajar con un director de prestigio como Allen es un ferviente deseo, pero yo le veo como apagado, sin entregarlo todo. No tiene química con la Johansson, que destaca mucho más en las escenas con Woody Allen.

Ian McShane que interpreta a un periodista fallecido cuyo fantasma se aparece a Johansson para ponerle sobre las pistas de la investigación que él no ha podido realizar antes de morir, es el otro personaje de importancia en la película. Este sí está bien. No es que tenga muchos minutos, pero sí me lo creo como la “rata de las noticias” que dice haber sido en vida.

El personaje de Allen está logrado en el sentido que es el típico artista (también pasa con los presentadores) que tiene unas cuantas frases ingeniosas que repite constantemente y luego cuando intenta ser gracioso de forma espontanea le cuesta bastante más y no dice más que barbaridades. Ese aspecto y su relación personal con el personaje de Johansson es lo mejor de la película.

Argumento: En realidad la historia es bien simple. Este periodista que ha fallecido se encuentra en “el otro lado” con una secretaria que dice haber sido envenenada por su jefe, un joven aristócrata al que ella cree el famoso Asesino del Tarot, como él no puede investigarlo, dada su condición de muerto, consigue materializarse en la función de un mago y avisar a una joven estudiante de periodismo que hará los honores con la ayuda del mago en cuestión, pero la realeza británica ya se sabe como es y ella quedará sumida en la duda entre las pruebas recogidas y el atractivo del aristócrata.

La trama es solamente una excusa para poner a los personajes en una serie de difíciles situaciones y el resultado final de la historia y sobre todo su desenlace parecen muy forzados, como si hubieran estado rodando y de repente hubieran dicho que la película se tiene que acabar y punto.

No me parece que sea de las películas más brillantes de Allen, más bien flojilla y ni siquiera la presencia de Scarlett Johansson le suma “atractivo visual”, pues está muy discreta en ese aspecto, que parece ser por el que más le destacan últimamente, con tanta elección como la mujer más sexy del mundo, cuando también debería destacar por ser una gran actriz, que al fin y al cabo es su profesión.

La película me recuerda algo a La Maldición del Escorpión de Jade, en pocos puntos, pero muchísimo más a Misterioso Asesinado en Manhattan, que sin embargo es mucho más divertida.

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