Dirección: Jafar Panahi.
Reparto: Sima Mobarak Shahi, Safar Samandar, Shayesteh Irani, M. Kheyrabadi, Ida Sadeghi, Golnaz Farmani, Mahnaz Zabihi, Nazanin Sedighzadeh, M. Kheymeh Kabood, Mohsen Tanabandeh, Reza Farhadi.
Guión: Jafar Panahi y Shadmehr Rastin.
Producción: Jafar Panahi.
Música: Korosh Bozorgpour.
FotografÃa: Mahmood Kalari.
Montaje: Jafar Panahi.
Dirección artÃstica: Iraj Raminfar.
Irán 2006
Una pelÃcula iranà con un presupuesto de 2.500$ que habla sobre fútbol no parece que pueda dar para mucho. Si decimos que el tema no es realmente el fútbol, sino que este sirve como excusa para mostrar una de las muchas formas en que se discrimina a la mujer es estos paÃses islámicos, la cosa puede tener algo más de interés.
De todas formas, no mucho. Se nos cuenta la historia de varias chicas que por separado intentan entrar en un importante partido de fútbol en el que Irán se juega contra Bahrein la clasificación para el Mundial de Alemania del 2006.
En Irán las mujeres tienen prohibido el acceso a los campos de fútbol, asà que se tienen que vestir de hombre e intentar jugar al despiste con los militares que vigilan. Las que no consiguen colarse son detenidas y vigiladas por los militares que cuidan de ellas durante el partido a la espera de poder llevarlas al cuartelillo.
La pelÃcula nos cuenta en clave de humor las peripecias de las chicas y los soldados durante esos momentos, las quejas de unas por no dejarles entrar y de los otros, que están haciendo la mili y tienen que aguantarlas en vez de poder irse a sus casas a ayudar a sus familias.
A mà la pelÃcula no me gustó, me resulto aburrida, principalmente creo que por la distancia que nos separa cultural y socialmente. Ya no sólo que sea impensable que en una sociedad como la nuestra puedan pasar cosas como esta, sino que la forma de expresarse y de actuar, está a años luz de lo que hacemos por aquÃ.
Es entretenida en plan curiosidad, pero no pasa de ahÃ. La he visto muy floja en todos los aspectos, pero como se han encargado de decir últimamente en algunos de los comentarios nuestros visitantes, la crÃtica está en otro nivel, y en ese aspecto destaca que ganara un premio en el Festival de BerlÃn.
El estreno está previsto para el dÃa 26 de Enero en España.
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Y de propia, unas palabras del director:
AFAR PANAHI HABLA DE OFFSIDE
El fútbol
En Irán, al igual que en muchos otros paÃses, el fútbol es muy importante. Como pueden imaginarse, las distracciones no abundan en el paÃs. El fútbol es un deporte y un espectáculo. También es una oportunidad de gritar, de gesticular, de soltar energÃa reprimida. A veces, cuando un partido de la selección nacional coincide con una manifestación e Irán gana, la manifestación es más intensa.
Cómo nació el proyecto
Hace ocho años, Irán ganó a Australia y se clasificó para el Mundial. Entonces, la entrada a los estadios estaba vetada para las mujeres, sin embargo, esta vez se les dio permiso para recibir a los jugadores. Acudieron cinco mil mujeres, lo que dio pie a un debate muy serio acerca de por qué tenÃan prohibida la entrada. Recuerdo que leà un artÃculo en el que el periodista decÃa que incluso en la Grecia antigua las mujeres tenÃan el mismo problema. Cuatrocientos años antes de Cristo las mujeres debÃan disfrazarse para aplaudir a sus hijos. Que sea verdad o no me dio la idea para el proyecto.
Además, hace cuatro años vivÃa al lado del estadio donde se entrena nuestra selección. QuerÃa ir a ver los entrenamientos y mi hija estaba empeñada en acompañarme. Por mucho que le explicara que no era posible, ella estaba dispuesta a intentarlo. Al fin, toda la familia fue hasta el estadio. AsÃ, si no la dejaban entrar, mi esposa podrÃa llevarla a casa. Tal como esperaba, no pudo entrar, pero encontró una forma de colarse y se reunió conmigo dentro del estadio. Eso también me inspiró. Cuando vi que Irán volvÃa a tener la oportunidad de meterse en el Mundial, decidà que era el momento oportuno para hacer la pelÃcula.
La ley
El problema en Irán es que la frontera entre lo permitido y lo prohibido no siempre está definida claramente. Por ejemplo, si se prohÃbe una canción, seguro que la gente la escuchará aún más. Además, los que aplican las leyes las interpretan a su manera. Nunca estamos seguros de si se trata realmente de la ley o de una interpretación personal. El deber de la policÃa consiste en asegurarse de que se respeta la ley, pero la gente siempre hace lo que quiere. En lo que respecta al fútbol, el ambiente dentro de los estadios es muy viril, muy masculino. Los hombres tienden a gritar, a montar broncas y a insultarse. Por eso el sector conservador piensa que las mujeres no deberÃan estar expuestas a ese comportamiento.
El enfrentamiento generacional
El servicio militar es obligatorio en Irán. Son chicos normales y les es fácil identificarse con los deseos de su generación. Se supone que los soldados deben hacer cumplir las restricciones, pero no siempre se sienten cómodos haciéndolo. Luego están las personas mayores con una visión más tradicional. Los tradicionalistas representan el diez por ciento de la población y tienen el poder. Obviamente, hay un enfrentamiento generacional.
Cualquier restricción es el resultado de otras restricciones. Si estudiamos una en concreto, deberemos considerar varias más. Mis pelÃculas funcionan del mismo modo. Escojo temas relativamente simples e intento desarrollar lo que los rodea, todo lo referente a esos pequeños temas que acaban simbolizando un problema más importante a una escala mayor dentro de la sociedad. El Mundial es un acontecimiento internacional. Transcurra en Japón o en Irán, todos aspiramos a lo mismo, por eso debemos erradicar la opresión. Es posible que las chicas iranÃes expresen asà su deseo de formar parte de una comunidad global. Pero no realicé la pelÃcula con este mensaje en mente, el público debe decidir por sà mismo.
Casi como un documental
La pelÃcula está construida como un documental en el que he insertado personajes. ¿Es un documental o una pelÃcula de ficción? QuerÃa que la acción reflejara esta ambigüedad. Por eso nos esforzamos en el realismo temporal, para que el espectador sienta que está viendo algo real. Los lugares, los acontecimientos, los personajes y la figuración son reales. Por eso decidà no usar actores profesionales, para evitar la sensación de ficción.
Nos enfrentamos a muchos obstáculos para hacer la pelÃcula. No es especialmente difÃcil obtener permisos para rodar un partido, pero filmar a chicas en un estadio es otro cantar. También me precedÃa mi reputación como director y éramos conscientes de que serÃa un problema. Nos esforzamos en ser discretos y evitar salir en los periódicos, pero cinco dÃas antes del final del rodaje, salió un artÃculo diciendo que estaba dirigiendo una pelÃcula. Los militares ordenaron que se interrumpiera el rodaje y les llevásemos lo que habÃamos filmado hasta entonces para que lo vieran. Fui a ver al director de CinematografÃa de Irán para decirle que no lo harÃa y que tampoco permitirÃa la presencia de un solo soldado en el rodaje. Por suerte, faltaban pocas escenas por rodar dentro de un minibús. Salimos de la zona militarizada y acabamos rodando a unos 60 kilómetros de Teherán.
Reacciones en Irán
Si el Festival de Teherán selecciona una pelÃcula, es más fácil distribuirla en Irán. Cada año relleno todas las solicitudes, pero de momento no se ha distribuido ninguna pelÃcula mÃa en Irán. No me queda más remedio que seguir siendo optimista. Gracias a la dosis de humor que contiene la pelÃcula, cabe la posibilidad de que se distribuya nacionalmente.
Japón contra Irán
Unas 110.000 personas llenaron las gradas. A la salida habÃa un helicóptero militar rodeado de soldados delante del estadio para que nadie se acercara. Los soldados empezaron a empujar a la multitud y siete personas murieron pisoteadas. Sin embargo, la prensa iranà solo publicó fotos de seis de los fallecidos. Se rumoreó que la séptima vÃctima era una chica. No tenemos pruebas, pero sà sabemos que entre los heridos habÃa una chica disfrazada de chico.
Canción final
La canción que escogà para el final de la pelÃcula es casi como un himno nacional. Hace unos sesenta años, cuando los occidentales estaban en Irán, uno de nuestros poetas fue testigo de cómo abusaban del pueblo iranÃ. Lo que vio le dolió tanto que decidió componer una canción. Habla del paÃs y de su gente, no de sus gobiernos. Por eso amamos tanto esta canción. Muchos intérpretes la han cantado. Escogà la versión que me parecÃa tener un carácter más épico.