Dirección: Jonathan Mostow.
PaÃs: USA. Año: 2009. Duración: 90 min.
Género: Ciencia-ficción, acción.
Interpretación: Bruce Willis (Greer), Radha Mitchell (Peters), Rosamund Pike (Maggie Greer), James Francis Ginty (Canter), James Cromwell (Canter adulto), Ving Rhames (el Profeta), Michael Cudlitz (coronel Brendon), Boris Kodjoe (Andrew Stone), Jack Noseworthy (Miles), Devin Ratray (Bobby).
Guión: Michael Ferris y John Brancato; basado en la novela gráfica de Robert Venditti y Brett Weldele.
Producción: Max Handelman, David Hoberman y Todd Lieberman.
Música: Richard Marvin.
FotografÃa: Oliver Wood.
La historia basada en una novela gráfica de Robert Venditti y Brett Weldele no podÃa ser más prometedora. Imaginemos que los humanos merced a una desarrollada tecnologÃa consiguen hacer robots perfectos, tal que en lugar de ir los humanos a trabajar, envÃas a este robot que hace por ti el trabajo y el resto de las actividades diarias. Asà creas un siervo robótico, que las más de las veces tiene mejor aspecto que tú. Asà quien no tiene pelo muestra replicantes melenudos, más atleticos, de cuerpos cuasi-perfectos.
Frente a estos sustitutos hay cierta resistencia humana, por parte de los que quieren que las cosas vuelvan a ser tan imperfectas como antes. Al mando de la rebelión, está El Profeta. El creador de los robots es Canter, que juega a dos bandas, pues es el mismo que promociona y fomenta las actividades de El Profeta, pues una vez alcanzada su obra magna, tiene la sensación de que no es lo que querÃa y se dedica a deshacer todo el tinglado.
En medio de todo esto está Greer, un agente de policÃa que también tiene un robot a su servicio, hasta que un dÃa en una misión casca el huevo. Greer se ve pues obligado a salir de su burbuja y pisar de nuevo a la calle. En su casa las cosas no andan bien, pues perdieron a un hijo, y todavÃa no lo han superado. A resultas de aquello, Maggie, su mujer, tiene la cara desfigurada y dolores varios, y no quiere salir de su mundo de pastillas.
Como decÃa la historia es una idea original, que quizá algún dÃa lleguemos a ver, dado los continuos avances operados en el mundo de la nanotecnologÃa y la robótica.
Los noventa minutos pasan en un visto y no visto. Dotada de un buen ritmo, alterna la acción y el drama, para sin demasiado esfuerzo dejarnos en la escena final que me recuerdo a los anuncios de Flex.
Otra oportunidad más para ver a Bruce Willis luciendo peluquÃn, y poniendo el careto que tan bien le sale. Ocasión para deleitarnos con la belleza de las actrices Rosamund Pike y Radha Mitchell. Y ya de paso comprobar como el actor Ving Rhames acomete papeles tan variopintos como este de El Profeta, o aquel de bombero gay (Y os declaro marido y marido)
Sin llegar a los extremos visto en la pelÃcula, la sociedad actual desarrollada en el mundo, también ha creado mundos virtuales, identidades virtuales, nativos virtuales, generaciones que nacen y se desarrollan en la red, que lo tienen todo a golpe de ratón, con el teclado como apéndice de su brazos, quienes no saben, ni quieren vivir desconectados de ese entorno, lo cual provoca también aislamiento y falta de contacto fÃsico, personal, intercambio de saliva y gestos que la cámara, a Dios gracias, no registra.