Dirección: Rob Marshall. País: USA. Año: 2009. Duración: 118 min. Género: Drama, musical, romance. Interpretación: Nicole Kidman (Claudia Jenssen), Kate Hudson (Stephanie), Daniel Day-Lewis (Guido Contini), Penélope Cruz (Carla), Marion Cotillard (Luisa Contini), Sophia Loren (la mamma), Judi Dench (Lilli), Fergie (Saraghina), Ricky Tognazzi (Dante), Giuseppe Cederna (Fausto), Elio Germano (Pierpaolo). Guión: Michael Tolkin y Anthony Minghella; sobre el libreto de Arthur Kopit para el musical “Nine”; basado a su vez en la película “8 ½” (1963) de Federico Fellini. Producción: Marc Platt, Harvey Weinstein, John DeLuca y Rob Marshall. Música: Andrea Guerra. Fotografía: Dion Beebe. Montaje: Claire Simpson y Wyatt Smith
Cuanto mayores son las expectativas que tenemos con una película, luego mayor es el bacatazo. Me las prometía muy felices antes de ver Nine. Viendo a Penélope y a un buen número de bellezones en ropa interior haciendo acrobacias sobre un escenario y con el director de Chicago haciendo un nuevo musical, la cosa pintaba bien. Luego tras dos horas, de las cuales la mayor parte de ese tiempo me ha parecido insufrible, el balance de la película deja muy cosas pocas en su haber. La historia es casi imposible que puede enganchar a alguien. Va sobre un director, Guido, al que todos llaman maestro, porque ha hecho unas cuantas películas con las que el pueblo se ha emocionado. Ahora este en Roma dispuesto a rodar una nueva película, un musical, pero el problema es que no tiene nada que contar. Guido es un mujeriego y no tiene problema en ir de cama en cama, para la lógica desesperación de su mujer. Sus vivencias se plasman en números musicales, por los que desfilan Nicole Kidman, Penélope Cruz, Fergie, Marion Cottillard, etc.
Toda la película es un mero espejismo, mucho ruido y pocas nueces, mucho humo, como rescoldo tras los fuegos artificiales. Humo que no deja huella, por lo inconsistente de la historia, por sus personajes histriónicos como Guido o caricaturescos como el papel de Penélope Cruz (asombrado estoy de que la hayan nominado por este papel). Lo único agradable son algunos números musicales como el de Kate Hudson o el de Fergie, lo demás no hay manera de que adquiere la consistencia de una historia minimamente atractiva.