TITULO ORIGINAL Airport
AÑO 1970 DURACIÓN 137 min.
DIRECTOR George Seaton
GUIÓN George Seaton (Novela: Arthur Hailey)
MÚSICA Alfred Newman
FOTOGRAFÍA Ernest Laszlo
REPARTO Burt Lancaster, Dean Martin, Jean Seberg, Jacqueline Bisset, George Kennedy, Helen Hayes, Van Heflin, Mauren Stapleton, Barry Nelson, Dana Wynter, Barbara Hale, Lloyd Nolan
PRODUCTORA Universal
Los amantes (cornudos también) del buen cine, hemos de agradecer que TVE, emita películas que son hoy ya clásicos indiscutibles.
Nos hallamos ante una película de acción trepidante, de catástofres y aviones que pueden volar por los aires en cualquier momento.
No había en aquellos años en los que se ambiente la película (anteriores al 11-M y al 11-S) que recelar de gente de piel oscura, largas barbas y aspecto árabe, que cogía el avión para hacer turismo o por motivos de trabajo. La acción transcurre a mediados de los años setenta. Nieva mucho y las pistas del aeropuerto de Chicago están impracticables. Un pasajero sospechoso coge un avión rumbo a Roma. Lleva una bomba. El pastel se descubre en el avión y habrá que esperar acontecimientos, que no desvelamos para no aguar la fiesta del espectador.
Lo asombroso del tema es que siendo la película de los años 70, años en los que en España la gente cruzaba la frontera para ir a ver culos y tetas al país Galo, se toquen tomas tan actuales como el aborto, el divorcio, etc.
De hecho, un piloto, casado, está liado con una azafata (la guapísima Jacqueline Bisset), la cual está embarazada. Se plantean tenerlo, abortar o darlo en adopción, con toda la naturalidad. Del mismo modo la mujer del director del aeropuerto visto que su marido dedica más tiempo a su trabajo que a ella y su familia, decide divorciarse de él, al tiempo que le informa que otro hombre ha ocupado ya su lugar (en su cama y en su vida).
Casi 40 años después de su estreno con unos medios limitados (baste ver los efectos especiales), en comparación con la parafernalia a la que estamos acostumbrados hoy en día cuando vemos una película de catastofres, Aeropuerto engancha desde el comienzo, con un ritmo vibrante que nos hace pegarnos a la pantalla, hasta el final. Burt Lancaster, Dean Martin, Jean Seberg, bordan sus interpretaciones, con sus más y sus menos, sobre el desempeño de sus tareas que entran en colisión, merced al musculado guión de George Seaton.
No podemos olvidar a la entrañaba viejecita que se las sabe todas para viajer de balde, con un sinfín de trucos y unos ojos de vivaracha que para sí los quisieran gente con la mitad de años, que aportan a la película el elemento hilarante preciso para aliviar la tensión y descomprimir el ambiente.