PelÃcula: Al borde del abismo. TÃtulo original: Man on a ledge. Dirección: Asger Leth. PaÃs: USA. Año: 2012. Duración: 102 min. Género: Thriller. Interpretación: Sam Worthington (Nick Cassidy), Elizabeth Banks (Lydia), Jamie Bell (Joey Cassidy), Anthony Mackie (Mike), Genesis Rodriguez (Angie), Ed Harris (David Englander), Kyra Sedgwick (Suzie), Edward Burns, William Sadler. Guion: Pablo Fenjves. Producción: Lorenzo di Bonaventura y Mark Vahradian. Música: Henry Jackman. FotografÃa: Paul Cameron. Montaje: Kevin Stitt. Diseño de producción: Alec Hammond. Vestuario: Susan Lyall. Distribuidora: Aurum.
Al borde del abismo reúne a un puñado de rostros conocidos (Sam Worthington, Elizabeth Banks, Jamie Bell, Anthony Mackie, Genesis Rodriguez, Ed Harris, Kyra Sedgwick o Edward Burns), para ofrecer un producto que bebe de muchos géneros. Asà el thriller se combina con el subgénero de pelÃcula de robos, pero no faltan tampoco los toques cómicos e incluso dramáticos, si bien esto es decir mucho, porque el peso de la historia no deja de ser un pasatiempo sin apenas pretensiones y con magros resultados, donde un ex policÃa que ha sido condenado a 20 años por robar un diamante a un mafioso, logra escapar durante el funeral de su padre, para trazar un plan, en colaboración con su hermano, que le permita devolver la situación a su estado inicial, esto es, demostrar que él no robo el diamante, porque no hubo tal robo, y todo fue un ardid del mafioso para cobrar el seguro.
A fin de demostrar al mundo su inocencia el muchacho se encarama sobre el dintel de un rascacielo y amenaza con lanzarse al vacÃo buscando la muerte. Si el suicida estuviera arrastrándose por el suelo entre cartones, es casi seguro que nadie le prestarÃa la menor atención, pero al ser un suicida y no un muerto en vida como tantos, esto genera expectación en la muchedumbre que abajo lo jalea, y al que incluso, dado que el joven es apuesto, algunas mujeres le preguntan desde otros rascacielos, con carteles de cartón, si tiene novia (estos son los momentos «cómicos»).
Para que el suicida no cumpla su deseo, una agente de policÃa, a petición del suicida acude en su ayuda, y como ésta, tuvo una experiencia que la traumo, ya saben, un suicida al que no pudo salvar, cuando todo indicaba que aquello acabarÃa bien, los dos hacen buenos migas, porque se sienten solos, desprotegidos, abandonados por la grey y asà ella estará dispuesta a casi todo para salvarlo y lo que es más importante, para devolverse la inocencia perdida.
Por medio del posible suicidio está el robo que el hermano del suicida va a llevar a cabo junto a su novia, una turgente y agraciada joven que realiza el robo, como el que va a una fiesta de alto copete, luciendo palmito y un escote en el que a más de uno le gustarÃa perder el norte, y también el sur. El caso es que la pareja, sin ser profesionales, lo hacen perfectamente con toda clase de recursos para la ocasión.
Lo peor de todo es que la pelÃcula hace agua por todas partes, pues no se toma en serio a sà misma, cae en lo absurdo y paródico lo cual no es buena señal para una pelÃcula que pretende otra cosa y juega otras cartas. Respecto al actor que encarna al suicida, asà como a su salvadora no tienen quÃmica entre ellos, ni el menor mordiente, asà que un guión casi inexistente, unas interpretaciones que dejan de ser tales, y un sarta de escenas la mayorÃa tediosas dan como resultado un producto que lejos de entretener aburre. Además el final se precipita como una granizada, tras haber estirado la trama sin sentido durante más de una hora y media.