Dirección: Agustín Díaz Yanes.
Reparto: Viggo Mortensen (Alatriste), Elena Anaya (Angélica de Alquézar), Javier Cámara (Conde Duque de Olivares), Jesús Castejón (Luis de Alquézar), Antonio Dechent (Garrote), Juan Echanove (Francisco de Quevedo), Eduard Fernández (Copons), Francesc Garrido (Saldaña), Ariadna Gil (María de Castro), Enrico Lo Verso (Malatesta), Cristina Marcos (Joyera), Eduardo Noriega (Duque de Guadalmedina), Blanca Portillo (Bocanegra), Unax Ugalde (Íñigo Balboa).
Guión: Agustín Díaz Yanes; basado en las novelas “Las aventuras del Capitán Alatriste” de Arturo Pérez-Reverte.
Producción: Antonio Cardenal y Álvaro Agustín.
Música: Roque Baños.
España, 2006
La película más cara de la historia del cine español. Un recreación histórica de lujo, un reparto para quitarse el sombrero de ala ancha, una base literaria de las de relumbrón, un equipo técnico de solvencia contrastada y una campaña publicitaria de esas que te meten la película hasta en la sopa. Da la impresión de que el resultado sólo podía ser uno. Pues no. Una vez más, las apariencias engañan.
En primer lugar, no hay nada que objetar a que un director y la parte de su equipo que se dedique a ello, escojan para los personajes a los actores que les dé la gana. Ellos sabrán lo que les conviene, pero lo de Blanca Portillo para hacer del inquisidor Bocanegra, no lo acabo de ver, por más que digan que ya se había hecho otras veces o lo que quieran. ¿Quieren que se note? Porque es una actriz conocida. ¿Quieren decir que la Santa Inquisición eran unas nenazas? Yo, no lo entiendo.
Y, por supuesto, dar el papel de Alatriste, caballero castellano de pro, a un neoyorquino que habla con un exageradísimo acento argentino, me pareció desde un principio de lo más errático. La voz tenue y arrastrada con la que habla Viggo Mortensen no me gusta nada para el personaje, al que le hubiera ido mucho más una voz grave, pausada pero contundente. Alatriste no es un hombre de muchas palabras, pero deja claros sus pensamientos.
Pero dejemos aparte esos aspectos, porque aunque creo que son importantes, no es lo que más desmerece de la película. Lo que sí me parece peor son el resto de personajes. La mayor parte son caricaturescos. Vale que las cortes de aquellos tiempos no eran un prodigio de gusto por el vestir y los peluquines, pero las películas no reflejan la realidad, eso lo hacen los documentales, las películas muestran el mundo como creemos que es, no como es. Además no creo que ninguno de ellos esté suficientemente definido, da la impresión de que aparecen, hacen algo que no entiendes porqué y sigues sin saberlo cuando va avanzando la película. El personaje interpretado por Nadia de Santiago y Elena Anaya es un buen ejemplo, pero eso pasa con todos los personajes, por ejemplo, Quevedo no aporta todo lo que debiera, el personaje de Copons muchos no sabrán ni quien lo interpreta o Malatesta, parece un figurante, cuando todos ellos, en la historia original tenían mucho más carisma. Además abarca un gran lapso de tiempo pero no estructura la historia correctamente.
Y hay otra gorda, las transiciones entre escenas son en la mayoría de los casos inexistentes. La acción está en un punto, y de repente aparece Alatriste sentado en otro lugar y nos lo muestran así, a las bravas, sin más. En algunas incluso hay que poner rótulos y sinceramente, me gustan más las películas donde esas explicaciones se intuyen (recuerdo 2 transiciones originales, en Notting Hill, caminando por un mercado y en Una Mente Maravillosa, frente a una ventana, donde pasaban las estaciones y “sabías” que el tiempo había transcurrido de forma acelerada). Creo que han intentado meter con calzador todos los libros de Alatriste de un tirón cuando es demasiado para una sola película. Estando como está de moda estas trilogías que se graban de un tirón y luego se van estrenando poco a poco, podían haber aprovechado. Les podían haber salido 3 buenas películas, la historia y los personajes estarían mucho mejor definidos y hubieran sacado más dinero.
Y otra cosa que no me creo es ver a Pérez Reverte alabando los resultados de la película. Un tío que en una de sus columnas en el semanal se quejaba porque al lado de su página habían puesto el anuncio de un maromo musculoso mientras a su compañero de oficio le habían puesto una macizorra en sujetador, no puede estar conforme con que hayan hecho lo que han hecho con su obra, más cuando según lo que dice, no tuvo nada que ver con el guión.
Por citar algo bueno también, la recreación histórica de escenas y personajes creo que está lograda, o lo supongo, porque no soy un experto en el tema. Los trajes y las calles parecen bastante bien hechos, aunque en las novelas se “mostraba” un Madrid histórico que no está en la película, eso se echa en falta. Los grandes sombreros y capas a lo Ramontxu quedan bien.
En resumen, la película me resultó fallida, larga y aburrida, aunque he de confesar que alguna cabezada di viéndola, así que quizás no sea todo lo justo que debería con ella.
Ficha | IMDB
«Sabes que después no hay nada, verdad?»
«Si, y eso es lo peor de todo»…
Entretenida película, mucho mejor de lo que uno se esperaba, pero también hay que reconocer que el presupuesto con que contaba era de «órdago a la grande»: 25 millones de euros (que se dice sín más). Aunque hay que reconocer que la película no es demasiado fiel a la novela de nuestro gran Arturo Pérez-Reverte, pero si él dió el visto bueno, ahí queda la cosa.
Agustín Diaz Yanes («Sín noticias de Dios»), por ejemplo, hace pués, una buena historia, contándonos la vida del valeroso soldado Diego Alatriste, allá en la España Imperial del siglo XVII, y en donde un gran amigo suyo, sufre una mortal emboscada causada por los holandeses, y escucha su última petición: cuidar de su hijo, y alejarle del oficio de soldado. Y este promete cumplirla…
Cuenta como es de esperar en esta clase de super-producciones, con una buenísima ambientación, y unas escenas muy bien logradas, gracias a la fotografía de Paco Femenia, un hombre al que se le da bastante bien esta clase de género, como ya lo demostró en «Juana la Loca».
Y como no, con una estupenda banda sonora a cargo de uno de los compositores más prestigiosos del pais, me refiero al murciano Roque Baños, todo como digo muy bien logrado.
Pero donde está el plato fuerte, es en la interpretación (aunque aquí se ha vertido mucha tinta), sobre todo la de Vigo Mortensen, dando vida al intrépido Alatriste, para mi el papel le va como anillo al dedo, pero ¡ojo! a Juan Echanove y sobre todo con Javier Cámara, porque de verdad están extraordinarios, no puedo decir lo mismo tanto de Blanca Portillo, como de Eduardo Noriega, en unos papeles nada de nada creibles ( y de verdad que es una pena).
En fín, toda una super-producción de nuestro cine «patrio», muy bien ambientada y con momentos bastante interesantes, tampoco la vamos a subir a los altares (por supuesto), pero yo pienso, que si alguién por cualquier motivo todavía no lo ha podido ver, que lo haga ahora, y así celebra al mismo tiempo el final de esta «jodida» cuesta de Enero (cinematográficamente hablando). Saludos!!!
Amigo McGuffin entonces que puntuación le damos.