TÃtulo original: Zombieland.
Dirección: Ruben Fleischer. PaÃs: USA.
Año: 2009. Duración: 88 min.
Género: Comedia, acción, terror. Interpretación: Woody Harrelson (Tallahassee), Jesse Eisenberg (Columbus), Emma Stone (Wichita), Abigail Breslin (Little Rock), Bill Murray (él mismo), Amber Heard (406). Guión: Rhett Reese y Paul Wernick.
Producción: Gavin Polone. Música: David Sardy. FotografÃa: Michael Bonvillain. Montaje: Peter Amundson y Alan Baumgarten. Diseño de producción: Maher Ahmad. Vestuario: Magali Guidasci.
Los Estados Unidos están en manos de zombis, apenas hay humanos, y uno de ellos es un joven bastante albardado que ha conseguido salvar pellejo hasta el momento al respetar unas reglas que él mismo se ha creado, a saber; atarse el cinturón de seguridad, mantener buena forma fÃsica, no hacerse el héroe, etc, reglas que nos vienen enmarcadas en unos rotulos que permiten iniciarnos en un descojone continuo.
Este pánfilo, de nombre Columbus, conoce a otro terrÃcola superviviente aficionado a las armas, todo un especialista en despachar zombis que atiende al nombre de Tallahassee. Entre ellos hay quÃmica porque uno es un cobardica y el otro se pasa de lanzado. La historia nos la narra el propio Columbus, y no se tarda mucho en conectar con él, un joven con muchas fobias, con poca suerte en el amor, que rehuye de las personas tanto como de los zombis, un antihéroe en toda regla.
En su huÃda hacia ninguna parte, la pareja, conocerá a dos hermanas muy zorreras y curtidas, Wichita y Little Rock,que se la jugarán repetidamente, pero incluso cuando todo el mundo se viene abajo habrá tiempo para el amor, y para la comedia, porque ante la situación presente, Columbus en lugar de vagar como alma en pena, llorando por las esquinas la pérdida de todos sus «seres queridos», echa para adelante junto a Tallahassee, quien también ha aprendido a lamerse las heridas, y para quien cada dÃa vivido es una victoria, sin más horizonte temporal que echarse al gaznate unos pastellillos de crema que lo vuelven loco.
Con un ritmo endiablado, diálogos hilarantes, momentazos surrealistas, como la presencia de Bill Murray, y un guión que va más allá de poner a un tipo matando zombis, para tratar otros temas, de manera superficial eso sÃ, la pelÃcula resulta entretenida y gamberra a más no poder.