Sobre la impuntualidad de Marilyn debo decir que tengo una vieja tÃa en Viena que estarÃa en el plató cada mañana a las seis y serÃa capaz de recitar los diálogos incluso al revés. Pero, ¿quién querrÃa verla?
Además, mientras esperamos a Marilyn Monroe todo el equipo, no perdemos totalmente el tiempo. Yo, sin ir más lejos, tuve la oportunidad de leer Guerra y Paz y Los miserables.
Billy Wilder
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