Título original: Blue My Mind
Año: 2017
Duración: 97 min.
País: Suiza
Dirección: Lisa Brühlmann
Guion: Lisa Brühlmann
Música: Thomas Kuratli
Fotografía: Gabriel Lobos
Reparto: Luna Wedler, Zoë Pastelle Holthuizen, Nicola Perot, Regula Grauwiller, Georg Scharegg
Comentaba ayer otra película suiza, Sarah plays a Werewolf, ambas programadas en el Atlántida Film Fest, que versa también sobre la adolescencia, encarnada en una joven. Ambas películas tienen elementos comunes, como ese tira y afloja entre la joven y su progenitora, donde media la violencia, la ira y ataques de furia juveniles propios de Aquiles.
Esta producción de Lisa Brühlmann nos traerá ecos inevitablemente de otra película, The Lure, una singular producción polaca con sirenas.
La protagonista, muy bien interpretada por Luna Wedler, llega nueva a un instituto en un barrio de Zurich, donde debe encajar eso de ser la nueva y el centro de atención. A los desvelos y agite propio de la adolescencia, la joven debe lidiar con unos cambios físicos propios de su edad, como la llegada de la regla, que afronta sola, pues no tiene la confianza de comentarlo con su madre, y otro tipo de sentimientos que no sabe racionalizar, que la conducen hacia un camino autodestructivo a lo que contribuye las amigas que se echa, las chicas populares del centro, con las que además de hacer pellas, le enseñan a robar en los centros comerciales, jugar a asfixiarse y estar todo el día a su puta bola, aprovechando cualquier ocasión para manifestar su descaro y su irrespetuosidad hacia todo y hacia todos. En este punto ciertas escenas si que se ciñen mucho al cliché, a aquellas ideas preconcebidas que tenemos de cierta juventud, cuyo tratamiento resulta superficial.
Como en Sarah plays a Werewolf, Lisa Brühlmann, construye una película muy desasosegante y perturbadora, donde los cambios físicos sireniles no dejan de ser un metáfora de esa evolución y desnortamiento que implica la adolescencia, un continuo cambio, donde la joven recela de todo, incluso de su madre, a la que no considera como tal, como si su vida, de hecho es así, estuviera en otra parte, en otro medio.