Dirección: Max Lemcke. País: España. Año: 2007.
Duración: 95 min. Género: Comedia.
Interpretación: Juan Diego (José Antonio), Javier Ríos (Ruy), Luis Tosar (Cholo), Estíbaliz Gabilondo (Marta), Arturo Valls (Morales), Alberto San Juan (psicólogo), Malena Alterio (Bea), Álex Angulo (Arozamena), Carlos Kaniowsky (Velasco), Secun de la Rosa (Almarcegui), Marta Etura (Inés).
Guión: Pablo Remón y Daniel Remón.
Producción: Iker Monfort y Álvaro Augustin.
Música: Pierre Omer. Fotografía: Javier Palacios.
Montaje: Pite Piñas y Laurent Dufreche.
Dirección artística: Juanjo Gracia.
Vestuario: Mónica Cristofolleti.
Casual Day aborda el tema de las relaciones laborales mediante ese día casual en el que un grupo de empleados de una empresa van a parar a una casa rural, donde han de compartir (entendemos que a la fuerza, pues no tienen pinta de que sea un acto voluntario) un par de días juntos, al tiempo que jugaran al paintball, charlarán con un psicólogo y de paso se tirarán los trastos a la cabeza, sacando los trapos sucios.
Ese lapso de tiempo permite ver el perfil de cada uno de ellos, desde el jefazo anquilosado (José Antonio) en su puesto al que no le tiembla el puesto al recolocar el personal, como es el caso de Bea, al probable marido (Ruy) de su hija (Inés) al que enchufa en la empresa y trata como un dominguillo con el beneplácito de este último, el alto cargo Cholo que se defiende atacando (¿quieres osito?, pues toma osito y medio), la joven hipercualificada que sueña con dejar la empresa y hacer algo útil, dedicada a los más necesitados, mientras que ve como lo tiran los tejos, cayendo en el acoso sexual sin mesura alguna.
No falta el típico que anda todo el día echando pestes, pero que tiene unas cosas que ocultar, el que tiene problemas familiares y anda todo el día quemado, el pelota que siempre quiere destacar, etc.
Así en las charlas y disputas entre ellos, cara a cara con el psicólogo, tomando unas copas y jugando al paintball traslucirá lo mejor y peor de cada cual. La empresa es esa gran familia donde cabe todo: los celos, las envidias, los rencores, las venganzas, pero al no haber lazos de sangre, todo es pura fachada, apariencia, falsedad, un edificio con cimientos de viento como queda bien explicitado.
Con bajo presupuesto, escasas localizaciones y mucho diálogo, con una puesta en escena teatral, gracias a una buena labor actoral de Juan Diego, Luis Tosar, Marta Etura, Javier Ríos, Estíbaliz Gabilondo, Malena Alterio y el resto, hacen creíble la historia. Lo que se ve es extrapolable a cualquier gran empresa y todo aquel que haya currado en una gran empresa verá la película como un espejo y reconocerá a la perfección los roles mostrados.
El cartel de la película muestra perfectamente lo que puede ser trabajar en un sitio así.