Es imposible no empezar a hablar de esta pelÃcula sin hacerlo de su protagonista, la incombustible Jennifer López, que a sus 50 años ha conseguido por esta pelÃcula su segunda nominación a los Globos de oro en 2020 (la otra fue hace 22 años) y llegó a estar en la lista de posibles para los Oscar 2020, sin conseguirlo.
Y es que la neoyorquina pone literalmente toda la carne en el asador en esta interpretación, ligera de ropa en muchas ocasiones y con acrobacias incluidas. No sale mal parada, por cierto, en la parte fÃsica, pero en la parte interpretativa no me ha parecido para merecer tanto premio.
El resto de compañeras de reparto están al mismo nivel, lo que es la trama no da para lucirse demasiado ya que es la historia de un grupo de streapers de Wall Street cuyos clientes adinerados dejan de acudir en masa tras la crisis finaciera. En ese momento algunas de ellas intentan ir por otros caminos, pero lo único fácil y lucrativo que se les ocurre es robar y drogar a los clientes que verdaderamente tienen mucho dinero. Estos cliente no las denunciarán dada la situación en la que han sido robados y porque en muchos casos el dinero es de las empresas que les pagan, asà que todo va saliendo bien.
Pero niñas, niños, los negocios ilegales aunque parezcan que no hacen tanto mal en algunos casos, no son buenos y por eso se llaman ilegales. No deben hacerse. Las protagonistas, como era de esperar, acaban siendo pescadas.
Se supone que la historia está basada en hechos reales, pero ya se sabe como son este tipo de pelÃculas, no te puedes creer lo más creÃble y el basado en hechos reales muchas veces toma un titular de un periódico. No me he molestado en comprobar qué parte de la historia es real porque me ha parecido bastante flojilla y un tanto deprimente.
La podéis ver en Amazon Prime, gratis con el periodo de prueba pero seguro que encontráis pelÃculas mejores. Ritmo no lo falta, pero cuesta empatizar con sus protagonistas, personajes a los que les falta profundidad y demasiado estereotipados.