Una película más M. Night Shyamalan y otra desilusión.
Empezaré por lo bueno, porque a Shyamalan hay que reconocerle que pone su sello en todas las películas. Y eso es algo que me gusta. Ese estilo con el reconoces la obra de un director en el caso de Shyamalan se produce siempre. Las atmósferas opresivas, esa inquietud en el ambiente, la forma tranquila de contar las cosas y el toque sobrenatural que es relevante en los hechos y unos protagonistas cuyo nexo con el resto del mundo es bastante menos fuerte de lo que debiera.
Pero eso mismo es lo que hace que su cine me parezca aburrido y tedioso. No sabes lo que te está contando porque la historia transcurre como si nada a la espera de un giro que te haga entender lo que has visto anteriormente. Es la antítesis de Hitchcock, al que le gustaba mostrarte la bomba para que te pusieras nervioso ante la parsimonia del pasaje. Con Shyamalan vives la parsimonia hasta que descubres que había una bomba y que apoyarse ahí, correr allá o cambiarse de sitio, no fue tan buena idea como lo parecía en su momento. Pero es demasiado tarde para vivir las emociones. Y si la ves de nuevo se pierde la emoción y ya te sabes el giro, por lo que volver a ver una película de Shyamalan es como que te expliquen el chiste y te lo vuelvan contar.
Lo siento por el que no quiera SPOILERS, pero igual que él me fastidia a mi, fastidiaré a los que lo lean, lo menos que pueda, lo juro. Si crees que no sabiendo nada de la peli te gustará más, vete ahora o lee y sufre al director para siempre.
Pues bien, la historia es la de una serie de turistas a los que llevan a una playa por separado, no sé porqué, en la que según llegan ven que empiezan a pasar cosas un tanto extrañas. Las heridas se curan, los niños crecen. No tardan en darse cuenta de que allí el tiempo pasa mucho más rápido de lo que debería. Pero por alguna absurda razón no pueden salir, se ahogan si intentan salir nadando, se caen si intentan escalar y no recuerdan el título de la película que hicieron juntos Marlon Brando y Jack Nicholson, así de absurdo.
Todo lo que pasa no tiene efecto directo en la trama y no nos da pistas o ayuda a saber lo que ocurre. Además dudo mucho que en un sitio en el que el tiempo se acelere pasen las cosas como en esta peli nos dicen que pasa. En algún momento se dice que los niños tienen que comer mucho, pero ni por el forro comen en una hora lo que deberían haber comido en un año, a pesar de que otros comportamientos, como la putrefacción de un cuerpo sí se acelera. No me cuadra y no me encaja, que no es algo que me preocupe en otros casos, pero aquí dista mucho de ser creíble.
Las interpretaciones tampoco están a la altura y… prefiero no seguir, porque no veo por donde. Es una especie de obra de teatro con los actores en un escenario. Hemos visto muchas películas así, con personajes encerrados que no pueden escapar, y todos tienen mucha mejor conclusión y motivos que esta. Me viene a la mente la reciente El Bar de Alex de la Iglesia, El Ángel Exterminador de Buñuel, El Hoyo,… bien distintas.
Por supuesto el directo tiene su cameo, o más que cameo como suele ser habitual. Se reserva su personaje que interviene de forma directa con los protas, que es lo que hace siempre.