Autor de la obra original : Jean Teulé
Guionista : Christine Carrière
Elenco: Marina Foïs, Gillaume Canet, Anne Benoit
Director de fotografía/imágen : Gordon Spooner
Ingeniero de sonido : Éric Rophé
Asistente de cámara : Julien Bureau
Directora de producción : Marie-Jeanne Pascal
Encargados de prensa (pelicula) : Myriam Bruguière, Olivier Guigues
Montadoras : Matilde Grosjean, Martine Barraqué
Escenógrafo : Antoine Platteau
Música : Nicolas Haas
Vestuarista : Catherine Boisgontier
Mezcladores : Christophe Winding, Christophe Vingtrinier
Director de producción asistente : Grégory Valais
Géneros : Ficción
Subgéneros : Comedia dramática
Idioma de rodaje : Francés
Nacionalidad : 100% francesa (Francia)
Año de producción : 2006
Duración : 1h 33mn
Darling es una película sin concesiones al espectador. Quien guste de un dramón en condiciones Darling le gustará, porque la vida que lleva la protagonista no puede ser más triste y desaladora. Al final del film leemos que está basado en hechos reales. Ahí es nada.
La película es francesa y la protagonista aparece en la sala de un médico, que se sorprende y mucho de que a la vista de las radiografías, la responsable de las mismas todavía esté viva, habida cuenta de cómo está su cuerpo de machacado.
A partir de ahí se nos cuenta la historia de la joven, la cual vive en una casa pegada a un carretera muy transitada por camiones, que odia realizar las actividades agrícolas que le encomiendan sus padres, agricultores.
En cuanto puede se busca la manera de salir de allí y logra trabajar como ayudante en un horno de pan, donde la chica trabajará de lunes a viernes. Luego el fin de semana vuelve el horror familiar.
A la pobre le dan por todas partes, sus padres parecen bestias y no cejan en su empeño de menospreciarla y nunca valorar nada positivo en ello.
Viendo el film parece que un error lleva a otro error, que hay personas que nacen estrelladas y hagan lo que hagan siempre encontrarán a su alrededor gente maldavada y despreciable que las veje y humille hasta lo dantesco.
A pesar de todo, esa voz de la protagonista que nos va contando la historia, trata de restar dramatismo a la misma, quizá para no volverse loca de remate.
En esa caída libre el papel de la actriz Marina Foïs es espectacular. Su labor interpretativa es encomiable. Su cara un poema. A su lado un Guillaume Canet notable en su papel de hombre despreciable. Valiente Romeo.
La directora Christine Carrière imprime un ritmo endiablado a su propuesta y apenas hay ocasión de digerir tanta brutalidad como uno va visionando. Al final a pesar de todo parece haber una puerta abierta a la esperanza. Una flor en ese desierto.
Una película tan dura y desoladora como maravillosa.