Dirección: Richard Eyre.
País: Reino Unido.
Año: 2006.
Duración: 92 min.
Género: Drama.
Interpretación: Judi Dench (Barbara Covett), Cate Blanchett (Sheba Hart), Bill Nighy (Richard Hart), Andrew Simpson (Steven Connolly), Tom Georgeson (Ted Mawson), Michael Maloney (Sandy Pabblem), Joanna Scanlan (Sue Hodge), Shaun Parkes (Bill Rumer), Emma Kennedy (Linda), Syreeta Kumar (Gita).
Guión: Patrick Marber; basado en la novela de Zoë Heller.
Producción: Scott Rudin y Robert Fox.
Música: Philip Glass.
Fotografía: Chris Menges.
Montaje: John Bloom y Antonia van Drimmelen.
Diseño de producción: Tim Hatley.
Vestuario: Tim Hatley
Las dos actrices protagonistas, Cate Blanchett y Judi Dench fueron nominadas merecidamente en la gala de los Oscar en su última edición, como secundaria y principal por sus respectivas interpretaciones. Este Diario de un escándalo es la historia de un obsesión endemoniada.
Barbara es una profesora que frisa los sesenta, que lidia con su soledad y se lamenta de su intocamiento, la cual se confiesa cada día en su diarios que escribe cada día, donde plasma su vida, sus quehaceres y sus delirios. A su instituto llega la joven Sheba con la que enseguida hace buenas migas.
Sheba que está casada con un hombre veinte años mayor que ella y tiene dos hijos adolescentes, uno con síndrome de Down, pierde la cabeza por uno de sus alumnos de 10º curso, menor de edad, al que comienza dando clases particulares de dibujo, por su especial talento, para luego vivir un tórrido romance, tras vencer las reticencias iniciales, ante la insistencia del muchacho, lo cual, el sentirse deseada, la complace en su fuero interno. Un romance al que desatendiendo las palabras de Barbara no es capaz de poner fin a tiempo.
Casualmente Barbara una tarde en el instituto ve los juegos sexuales que Sheba mantiene con su alumno, y le pide explicaciones.
Barbara sabe que Sheba a partir de ese momento está ahora en sus manos gracias a lo que sabe de ella (la información es poder, o extorsión), y esa presunta amistad degenerará en una obsesión enfermiza en la que Barbara trata de sacar provecho de su privilegiada situación, enamorada como está de su joven amiga, la cual no hace de ese amor algo recíproco, ya que si Sheba quiere mantener una relación extraconyugal no lo hará con una sesentona amargada y paranoica, sino con una piel joven y tersa que le pondrá las pilas alcalinas y la dejará a tono durante 24 horas, mandándola mensajes subidos de tono, fornicando a todas horas, que la tendrá en una nube, preludio del chaparrón que se avecina.
El escándalo acontece cuando esa relación prohibida y penalizada por la ley se hace pública. Si la historia resulta entretenida y a ratos apasionante es gracias a una buena labor interpretativa de todos los presentes en especial de Dench y Blanchett sin olvidar al díscolo y procaz Steven Connolly interpretado por el actor Andrew Simpson.
Son las otras subtramas el sustrato que fertiliza la historia, como esa sexualidad no asumida por parte de Barbara, que se enciende al roce, siempre a la búsqueda de su compañera perfecta, acechando en los parques, sin aprender de sus errores, convirtiendo su amor en obsesión o los devaneos sexuales en los que una mujer casada y asfixiada en su matrimonio, puede incurrir líandose la manta a la cabeza sin prever las consecuencias de sus actos, avergonzándose incluso de la edad de su marido y al que no recurrirá hasta que el daño ya esté hecho.
El final, es el típico de las películas que preparan una secuela, aunque no creo que en esta se de el caso.