Dirección: David Serrano.
País: España.
Año: 2007.
Duración: 104 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Alberto San Juan (Federico Solá), Nathalie Poza (Silvia Conde), Miguel Rellán (José María Culebras), Fernando Tejero (Fino), Luis Bermejo (Manolo Castaño), Roberto Álamo (Alfredo Torres), Javier Gutiérrez (Benito Magallanes), Andrés Lima (Marcial Pérez Bustamante), Gerardo Malla (Francisco Grande), Malena Alterio (Gloria), Diego Martín (Augusto).
Guión: David Serrano; con la colaboración de Alberto San Juan.
Producción: Tomás Cimadevilla.
Música: Miguel Malla.
Fotografía: Kiko de la Rica.
Montaje: Nacho Ruiz Capillas.
Dirección artística: Luis Ramírez.
Vestuario: Beatriz San Juan
Pocas películas españolas están ambientadas en los años posteriores a la caída del regimen dictatorial del caudillo, el generalísimo Francisco Franco. Esta historia sucede en 1977, en un país, que comienza a ver la luz después de cuarenta años de dictadura y donde los ciudadanos no buscan en el cine historias hiperrealistas, sino culos y tetas.
Un director antifranquista, o así se manifiesta él, de nombre Federico, quiere rodar una película sobre unos mineros. Sobre el papel es una película con mensaje, pero por circunstancias de la vida, la película irá cambiando de temática y de género. Así mudará desde el cine social al cine de ciencia ficción-musical-erótico. Federico casado y con tres hijos quiere hacer arte, no venderse al mejor postor, llevar a cabo en su primera película las ideas libertarias que tiene en la cabeza.
José María Culebras, a la sazón productor, quiere que en la película aparezca Silvia Conde, niña prodigio de la copla y como no puede ser de otro modo, en los años del destape, años en los que infinidad de películas quedaron sepultadas en los cajones porque no había escenas de desnudos, Silvia Conde deberá desnudarse si quiere el papel y que la película tenga distribución.
Federico por todo ello debe conciliar sus deseos con su ambición personal e irá cediendo poco a poco a las pretensiones de los productores y benefactores, a la cadera volcánica de Silvia Conde por la cual se ve no ya seducido sino devorado, en unos juegos sexuales que le derriten el cerebro.
Que la película se asiente en la realidad, plasmando las circunstancias en las que se veían obligados a trabajar los profesionales del cine, condicionados por el mercado (de la carne) le impide despegar el vuelo y llevar a cabo el delirio que se vive en la media hora final, con ese censor metido a actor y con un actor secundario devenido mecenas. De haber adoptado la película ese tono postrero y desenfenado desde su inicio la película hubiera sido mucho más hilarante y sarcástica.
Alberto San Juan pergeña un papel que parece la extensión de los realizado en Los dos lados de la cama, y la indefinición del personaje le hace cojear. Nathalie Poza, como Silvia Conde está estupenda. Mención aparte para Miguel Rellán, como ese productor desalmado que se adapta a lo que venga, en un claro ejemplo de adaptación al medio.
Queda para el recuerdo una comedia coral que sin ser redonda tiene elementos atractivos, una puesta en escena notable, unas interpretaciones sobresalientes, para una historia poco trillada en el panorama del cine español, que vista desde el prisma del absurdo puede tener su encanto y permitirnos pasar un rato divertido.
Mala, pero muy mala pelicula. Ni siquiera pude lograr terminar de verla.
Mala pero rematadamente mala esta película dirigida por David Serrano, que da un giro total a su carrera o no tendrá más remedio que dedicarse a otros menesteres. Y eso que con «Dias de fútbol», salió airoso, pero en este otro dia la cosa se le torció pero que muy mucho. Así pués, Serrano nos mete una historieta aburrida y llena de tópicos por doquier, sobre las andanzas de un autor teatral y anti-franquista hasta la médula allá por el 1977 y que el «tio» quiere rodar una película de denuncia social con ex-niña prodigio incluida, vamos como lo hacian por aquel entonces los Luis Lucia y Antonio del Amo (más o menos). Y claro el resultado de este engendro es una historieta que no te ries ni aunque te hagan cosquillas, lamentable de verdad. Yo no me imagino como todavia se permite por estos barrios hacer semejantes bazofias, y es que el singular director hace el uso y el abuso de la tonteria, con el chiste fácil y situaciones de lo más absurdas y aburridas. Y de los actores ¿que?, pués mal muy mal (como todo), pero ¡ojo!, que yo no digo que sean malos actores, ni mucho menos como por ejemplo, Alberto San Juan y Fernando Tejero, por citar solamente estos. Pero claro que si el director lo hace todo mal, es de suponer que sus discípulos también lo hagan, por muy buenos que sean. En fín, una gran decepción, ya que me esperaba una gran comedia, y lo único que me encontré es una gilipollez para olvidar lo más antes posible. Suspenso, y la verdad es que ya uno no sabe donde refurgiarse si en el cine o en el fútbol. Saludos.