Reparto Amanda Plummer, Sean Pertwee, Nick Brimble, Jean Marlow, Eddie Cooper, Sean Chapman, Gina Bellman, Amanda Walker, Julian Curry
Director Sebastian Niemann
Guión. Dirk Ahner
Año: 2000
Género: Suspense
País: Alemania, USA, Checoslovaquia
Duración de la película : 96´
Llevaba ya un tiempo sin ver ninguna película y por tanto sin dejarme ver por aquí con alguna crítica. Tuve la desgracia, porque se debe calificar de tal, de ver un engendro titulado 7 días de vida. La premisa de la película no es nada original. Un matrimonio formado por Martin, un escritor que no ha vendido mucho con sus dos últimos libros publicados y su mujer Ellen, deciden para superar la muerte de su hijo de corta edad irse a vivir al campo.
El sitio elegido es una casa, a las afueras del pueblo, donde hace veintitanos años, las anteriores propietarios vivieron una truculenta historia, en la que la mujer apareció muerta, ahogada, y al marido lo enviaron a un psiquiátrico acusado del crimen. La nueva pareja no sabe nada de la historia pasada. De todas maneras la casa es siniestra y grande como todas las que aparecen en películas de estas características. Nada nuevo es también que la casa esté maldita y que sus inquilinos tengan alucinaciones y pensamientos macabros, o que los cónyuges pierdan el juicio y decidan matarse uno al otro, como En la guerra de los Rose, pero sin nada de gracia.
La película que parece un telefilm apenas asusta y siendo del género de suspense, yo le doy un suspenso convergente en cero, ya que los efectos especiales son irrisorios. Lo único que da cierto canguelo es la cara de la prota, Amanda Plummer, la cual no necesita actúar para asustar, pues intrínsicamente su rostro, aterroriza. Vemos como poco a poco la pareja va perdiendo los papeles y se lían a martillazos, cuchilladas, atropellamientos, todo narrado sin la menor gracia ni oficio, con unos diálogos estúpidos y unas interpretaciones exacerbadas e inverosímiles.
Nada nuevo aporta esta película, que es un refrito de otras muchas, mucho mejores que esta, la cual no tiene nada reseñable que apuntar, y cuyo visionado es una pérdida de tiempo mayúscula.