TÃtulo original: Edge of darkness.
Dirección: Martin Campbell. PaÃses: USA y Reino Unido.
Año: 2010. Duración: 126 min. Género: Thriller, drama. Interpretación: Mel Gibson (Thomas Craven), Ray Winstone (Darius Jedburgh), Danny Huston (Jack Bennett), Shawn Roberts (Burnham), Bojana Novakovic (Emma Craven), David Aaron Baker (Millroy), Jay O. Sanders (Whitehouse), Denis O’Hare (Moore), Damian Young (senador Jim Pine).
Guión: William Monahan y Andrew Bovell; basado en la serie de televisión escrita por Troy Kennedy Martin. Producción: Graham King, Tim Headington y Michael Wearing.
Música: Howard Shore. FotografÃa: Phil Meheux.
Montaje: Stuart Baird.
Diseño de producción: Tom Sanders. Vestuario: Lindy Hemming.
Al igual que El Rey Midas que cuanto tocaba se convertÃa en oro, todo aquel que se cruza en el camino de Thomas Craven tiene un final aciago. Craven es un policÃa que recibe la visita de su hija. Al llegar a casa desde la estación del tren, en el umbral de la casa, alguien dispara a bocajarro sobre la hija de Craven muriendo casi al instante. Todo hace suponer el objetivo era Craven, pero éste, al ir indagando por su cuenta descubrirá una trama que afecta a las altas esferas.
El tema de la venganza es manida, y hay pelis muy adrenalÃnicas como Taken, que son interesantes, pero en esta ocasión, prima la sobriedad, de ahà que no nos encontremos con un producto donde el ruido de los disparos no deja escuchar otra cosa. Aquà hay una historia, un policÃa al que le pesan los años, de ahà que a poco que corra jadee (cositas que hacen verosimil la historia), que trata de esclarecer los hechos por su cuenta, tomándoselo como algo personal, dado que en su horizonte vital, sin mujer y sin más descendencia no tiene muchas más cosas que ocupen su tiempo, y que poco a poco, paso a paso, presionando aquà y amenazando acullá, irá avanzando en la resolución del caso.
A Mel Gibson estos papeles le van como anillo al dado, porque sin excesos, muy comedido nos hace partÃcipe de sus desventuras y sus correrÃas enganchan y hacen interesante esta historia, que combina las ansias de venganza con la necesidad de hacer bien su trabajo de policÃa, llevando a los culpables de la muerte de su hija ante la justicia, o ante el cañón de su pipa, que vendrÃa a ser lo mismo.
Una pelÃcula pues que he visto y disfrutado, ya que esperaba encontrarme con una pelÃcula fallera-pirotécnica y lo que hay es tan solo el empeño de un hombre por buscar la verdad.