El Amor es lo que tiene (A lot like love, 2005)

Dirección: Nigel Cole.
Reparto: Ashton Kutcher (Oliver), Amanda Peet (Emily), Kathryn Hahn (Michelle), Kal Penn (Jeeter), Ali Larter (Gina), Taryn Manning (Ellen Geary), Gabriel Mann (Peter), Jeremy Sisto (Ben Miller), Ty Giordano (Graham).
Guión: Colin Patrick Lynch.
Producción: Armyan Bernstein y Kevin Messick.
Música: Alex Wurman.
Fotografía: John de Borman.
Montaje: Susan Littenberg.
Diseño de producción: Tom Meyer.
Dirección artística: Denise Hudson.
Vestuario: Alix Friedberg.
USA 2005

No estoy seguro de porqué me decidí a ver esta película, pero supongo que únicamente sería por el título, ya que esa expresión es lo que tiene, que seguro que me la habéis visto decir muchas veces.

Sobre lo que me iba a encontrar en la película, lo tenía claro, es una comedia romántica y argumentalmente este tipo de género no suele ofrecer muchas novedades, tampoco profundidad, aunque si te gustan, tampoco te suelen defraudar.

Otra cosa que puede decidirte a ver esta peli son sus protagonistas. El chico de turno es Ashton Kutcher. Me gusta este tipo, me cae simpático y le admiro en lo personal, únicamente porque se enrolló y casó con Demi Moore y se hace fotos con su hijas y su ex-marido. A mi se me pondrían los pelos de punta de tener a Bruce Willis a tres palmos mirándome con esa cara suya de “se lo que estás haciendo con mi ex-mujer y puedo acabar contigo antes de que te des cuenta”. También me admiró en lo profesional desde que le vi en “El Efecto Mariposa”. Gran acierto por su parte esta película que protagonizó y produjo y que se la recomiendo a todo el mundo porque es genial. Pero aparte de esa, su filmografía está repleta de comedias tontorronas donde cumple, pero es posible que no pasen a la historia del cine dejando huella.

Con Amanda Peet las sensaciones van por otros derroteros. Un escena en la que salga ella, ya merece la pena, independientemente del resto. La presencia que tiene esta chica ante una cámara es bárbara. Eso que se suele decir de que una persona le gusta a la cámara, es la viva definición de esta actriz. Y eso que en esta película al principio aparece con un aspecto grunge que no le pega para nada, le sienta fatal, pero según va avanzando vuelve a ser la chica buena de siempre. Me parece que además de dotes para la comedia esta chica aguanta con todo lo que le pongan por delante. Tiene capacidad para cualquier tipo de registro, me la puedo imaginar haciendo de mala, de buena, con su sonrisa iluminadora o con una seriedad heladora, en drama, comedia o lo que le echen. Y además es guapísima. Me la pido.

Ya que hemos empezado por el reparto, hay entre los secundarios 2 viejos conocidos. Una actriz, Ali Larter, la Niki de Héroes, haciendo de amiga de la prota, pero con un papel que no le llega ni para lucir sus indudables encantos. Y un actor, que hace de amigo y compañero de negocio del prota, Kal Penn, al que estamos viendo (si Antena 3 se aclara con el horario) en la última temporada de 24.

En cuanto a la historia, está bien la forma que tienen de contarla, con los sucesivos encuentros, más bien poco casuales, que ambos protagonistas van teniendo a lo largo de los años, en periodos de tiempo cada vez más cortos.

En un principio ambos se conocen en un aeropuerto. Él le hace unas fotos porque ella le llama la atención según llega al aeropuerto y se la encuentra discutiendo con su novio un roquero al que él bautiza como Bon Jovi y que generará varias bromas a lo largo de la trama, entre ellas una excelente escena en que él coge una guitarra y le canta la canción “I´ll be there for you” en el patio de vecinos (de aquella manera).

El caso es que en ese primer encuentro, ya en el avión, él va al baño y ella sin venir a cuento se mete detrás de él y ambos se lo montan en pleno vuelo (algo normal, que nos ha pasado a todos alguna vez). Después extrañamente ella no quiere saber nada de él y le da un desplante tras otro (strikes como ella dice) cuando ambos van siguiéndose de camino a la ciudad.

La cosa acaba con la apuesta de que tras 6 años él estará felizmente casado y habrá fundado un armonioso hogar, con lo que le da su teléfono para que pasado ese tiempo le llame.

Pero pasan 3 años y ella se queda colgada unas navidades cuando su novio de repente la deja y decide llamarlo. Pasan un día estupendo, pero él está mudándose a otra ciudad por su emergente nuevo negocio (vender pañales por internet).

Así las cosas nos van haciendo creer que esto fue un amor a primera vista y cada vez que se encuentran algo les impide seguir juntos, aunque lo cierto es que al pobre Ashton no le vemos poner todo el empeño que debería, a pesar de las canciones, lo viajes, etc. Ella va cambiando de apariencia, se va formalizando, pero sigue haciendo tonterías y emocionalmente sigue siendo más inestable que un andamio con Leonardo Dantes bailando.

Ella es la parte alocada de la pareja, siendo él más reflexivo y formal, pero aún así tanto uno como otro tienen esporádicamente actos que no pegan con su personalidad. La relación en sí tiene bastante poca gracia en términos generales, es rara y sosa, pero el amor, es lo que tiene.

En cuanto a escenas destacables, hay alguna, la de los 2 haciéndose la foto desnudos a la luz de la luna, o la canción que se marcan en el coche justo antes. Él le está metiendo el rollo sobre su exnovia y ella va subiendo el volumen de la radio y empezando a cantar, hasta que él se da cuenta y ambos acaban cantando juntos. También está la canción de Bon Jovi que comentaba y que canta él con la guitarra. Al final de esa escena, cuando ella lo rechaza él pronuncia una frase: “al menos cuando sea viejo no tendré que pensar.. ‘y si…’”

Entre esas curiosidades que a veces cuentan y no sabes si creer hay una en esta película. Se refiere a la escena en que ambos salen del coche en mitad de la nada y se desnudan, sí la misma en que están preparándose para hacerse una foto a la luz de la luna. Es entonces cuando él le dice a ella algo así como: “Has mirado, prometiste que no lo harías”. Ella contesta: “No, no he mirado”. “Pues yo sí”, dice él. Pues bien, según parece esa es una escena real entre los 2 actores que al director le gustó y decidió incluir en el montaje final.

El cine, es lo que tiene.

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