El asesino de los caprichos es un thriller español dirigido por Gerardo Herrero.
Los caprichos son los cuadros de Goya. Un asesino en serie, recrea en sus crímenes las escenas de los caprichos goyescos. Para dar caza al asesino hay dos mujeres, la inspectora y la subinspectora. La primera está amargada, solo vive para su trabajo y su mejor compañero es el alcohol. La segunda está casada, tiene dos críos, se evade del trabajo cantando en un karaoke. Entre ambas saltan chispas.
Para ser un thriller, o siendo esa su pretensión, el guión es muy flojo, y no es capaz de generar la menor intriga o suspense. La falta de personajes, por descarte, nos lleva a poner cara al asesino, sin que haya que darle muchas vueltas. Las motivaciones del asesino aquí importan un bledo.
La idea inicial que incluso podía haber dado para una serie, dado el elevado número de caprichos, ni siquiera es capaz de dar de sí para una película aceptable, a pesar de contar con buenos actores y actrices como Maribel Verdú, Daniel Grao, Aura Garrido o Roberto Álamo. Todo parece copia, una mala copia, de otras muchas películas parecidas.
La película está disponible en la plataforma de RTVE.