Dirección: Antonio Banderas.
PaÃses: España y Reino Unido.
Año: 2006.Duración: 120 min.
Género: Drama.
Interpretación: Alberto Amarilla (Miguelito Dávila), MarÃa Ruiz (Luli Gigante), Raúl Arévalo (Babirusa), Félix Gómez (Paco Frontón), Fran Perea («El Garganta»), Marta Nieto («La Cuerpo»), Mario Casas (Moratalla), Antonio Garrido (Cardona), Antonio Zafra («El Enano MartÃnez»), Cuca Escribano (Fina), Victoria Abril («La Señorita del Casco Cartaginés»).
Guión: Antonio Soler; basado en su novela.
Producción: Antonio Banderas, Gustavo Ferrada, Carlos Taillefer y Antonio Meliveo.
Música: Antonio Meliveo.FotografÃa: Xavi Giménez.
Montaje: Mercedes Alted.
Dirección artÃstica: Javier Fernández.
Vestuario: Bina Daigeler.
Lo primero, apuntar que tratándose de adolescentes los actores y actrices protagonistas habrÃan de ser tales. Sin embargo algunos ya han superado los treinta tacos y los otros andan cerca de esa edad. Por tanto vemos gente adulta en lugar de adolescentes. Al menos en mi caso. El camino de los ingleses es la calle del pueblo donde transitan. Una calle muerta que no les lleva a ninguna parte.
Veremos la vida de cada uno de ellos muy superficialmente: el poeta Miguelito, que no ha escrito nunca un poema, y está todo el dÃa con La divina comedia a rastras, otra joven que llaman La cuerpo y sobre la que no hay que decir mucho más, Babirusa, aficionado a las artes marciales muy diestro con la lanza, Paco que se acuesta con La cuerpo, El Garganta que pone voz (radiofónica) a lo que ve, notario de la realidad, la profesora con la que Miguelito se acuesta y Cardona, el ligón del barrio que trae a todas las mozas de cabeza y queda prendado de Luli, la novia de Miguelito.
Antonio Banderas que lleva ya muchos años en el negocio, podÃa haber empleado la ley del mÃnimo esfuerzo y haber sacado adelante algún proyecto mucho más comercial y acomodaticio, sin embargo lo que ofrece es algo totalmente opuesto.
El camino de los ingleses al igual que la fotografÃa de algunos pasajes satura, lo mismo que su preciosista fotografÃa. Se ve reforzado todavÃa más con las palabra de El Garganta, poesÃa oral, que trata de cosquillear nuestros sentidos.
La historia transcurre en Málaga en los años 70 y Banderas vivió esos años, si bien en lugar de adoptar un formato tipo Cuéntame, abundan los planos surrealistas y unas forma de rodar más futurista que años 70.
Cuesta pronunciarse sobre las interpretaciones. Marta Nieto está muy buena, pero lo que es actuar no tiene muchas ocasiones para ello, salvo destetarse y ver como le meten mano. Alberto Amarilla, el poeta, está bien entre asustado y obnubilado. Raúl Arévalo, corre el riesgo de acabar como Andrés Gertrúdix, haciendo papeles de tipos excéntricos. Fran Perea, no actúa, habla, bonita voz por cierto. Félix Gómez está sorprendido, desubicado, como si no supiera muy bien cual es su papel en la historia. La sorpresa para mà ha sido MarÃa Ruiz, la cual tiene unos ojos precios y una mirada que te dice mil cosas sin llegar a mover los labios.
En cuanto a la historia, peca de inanidad, todo queda inconcluso, salvo una historia que se concreta trágicamente. Los personajes en todo caso nada hacen más allá de lamentarse, por tratar de mejorar su situación. Sus dos horas de duración, son de digestión lenta y pesada.
Algunos pasajes son plomizos hasta la extenuación, y muchas escenas, son experimentos visuales, un «a ver que pasa» que nada ayudan a narrar la historia, o hacerla más verosimil y próxima al espectador, que en todo caso o se deleitará o no con su plasticidad visual, una fotografia en imágenes, pero que al final después de la sobrecarga, deja un poso que como la arena se escurre entre las manos sin llegar a afianzarse.
Estoy seguro que Banderas hara un peliculón en breve. Sabe lo que hace, pero esta pelÃcula paraece más un experimiento que algo meditado.