Avanzando sin mirar atrás y sin medir el alcance de nuestras acciones los humanos vamos deteriorando el planeta tierra, con presidentes negacionistas del cambio climático, mientras la sequía, las hambrunas, el calentamiento global, las pandemias, perfilan un camino de no retorno. A las voces que dicen esto se las consideran alarmistas, agoreras, aguafiestas y solo se mira hacia adelante, arropados todos en un consumismo feroz que depreda cuantos recursos naturales precisa para saciar un hambre y una sed que se saben infinitas y que es la razón de ser del sistema.
El colapso, (L’Effondrement) serie francesa de 8 capítulos de entre 18 y 23 minutos de duración (rodados con planos secuencia), creada por Jérémy Bernard, Guillaume Desjardins, Bastien Ughetto, de menos de tres horas de duración en total, plantea lo que sucedería si Francia colapsara. Extrapolable a cualquier otro país, España por ejemplo. Cuando escasea el agua, los víveres, las centrales nucleares sufren accidentes que dejan todo contaminado en kilómetros a la redonda, en ese momento en el que prima el “sálvase quién pueda”. Lo terrorífico aquí es eso, cómo se puede cruzar ese umbral sin darse cuenta, llegar el momento en el que todo colapse y entonces la naturaleza humana con sus luces y sus sombras nos lleve a hacer cualquier cosa, ora actos majestuosos ora actos abyectos, para conseguir comida, agua, medicamentos para nuestros hijos, para tratar de arreglar una central nuclear, para no dejar en la estacada a unos abuelos en una residencia de ancianos, o para poner pies en polvorosa y como Schettino ser el primero en darse el piro y abandonar el barco cuando las cosas pintan mal, buscando la salvación en alguna isla exclusiva, apta para millonarios. Aquí el otro no es un zombi, sino alguien como tú, tu mismo reflejo en el espejo, que hará cualquier cosa por sobrevivir.
Cada capítulo aporta una visión del conjunto que se inicia el día del colapso, con el desabastecimiento en los supermercados, más tarde en las gasolineras, y luego linealmente nos lleva a distintos momentos del tiempo, ofreciendo distintas perspectivas del mismo problema, en los que la situación no ha hecho más que empeorar.
El último capítulo nos sitúa unos días antes del colapso, cuando un científico avisa de lo que se avecina y el escaso eco que tiene lo que dice. En ese momento, en estos días previos nos encontramos nosotros ahora con nuestro espíritu presentista.
La serie está disponible en la plataforma española Filmin.