Ahora que esta web de cine ha remontado el vuelo y hemos vuelto a las publicaciones constantes después de un tiempo, creo que debemos mojarnos ante una de las noticias que espero que esté provocando un cambio en el mundo del cine. El cambio es fácil que no sea de cara al público, donde seguiremos viendo por pantalla lo mismo, pero sà en la forma de trabajar de puertas para adentro. También espero que esto se extienda a otros ámbitos.
El escándalo de los abusos sexuales de Harvey Weinstein durante muchos años tiene en este déspota productor su principal diana, pero va más allá de lo perpetrado por este impresentable delincuente. Cada dÃa más gente se atreve a hablar de como han sufrido abusos, acoso, humillaciones, extorsiones y lo que me sigue llamando la atención es que se siga sin dar nombres, cuando estoy seguro de que más de uno está con el culo prieto.
Y es que las vÃctimas siguen teniendo que callar, porque son los que están abajo y sobre los que planean represalias, desprestigio y dificultades en el caso de acusar abiertamente. Ojo, otros están cayendo, pero seguro que son aún pocos.
Volvemos al caso Weinstein, porque esto mismo es aplicable a otros muchos. Y es que este tiparraco actuaba con total impunidad, sabiendo lo que se hacÃa y sabiendo que el poder que tenÃa le permitÃa hacerlo y que toda la red que tenÃa a su alrededor le protegÃa.
Chistes al respecto en los Oscar, una fama que le precedÃa e indemnizaciones en los casos en que la cosa podÃa irse un poco de las manos. Un enorme secreto a voces. Se sabÃa lo que este tÃo hacÃa, es lo que resulta más increible. Pero no parecÃa lo suficientemente grave como para denunciarlo y jugarte tu carrera, ni como para despedirlo y formar un escándalo. Es de lo que esta gente se vale. A las vÃctimas nadie las apoyaba: si has caÃdo en su red, mala suerte. Y sus jefes hacÃan la vista gorda, pagando incluso los acuerdos a los que en algunos casos se llegaron para evitar juicios. Y él seguÃa con lo suyo.
Pero como decÃa estos abusos no es lo único que se da en el mundo del cine y por extensión en cualquier otro ámbito empresarial. Tenemos mucho de lo que avergonzamos por encubrir: contratos abusivos, tareas humillantes, horarios descabellados, controles desproporcionados, sueldo exiguos. El que no lo haya vivido en si mismo o de cerca y haya callado, para que la cosa no vaya a peor, que tire la primera piedra. Asà las grandes multinacionales siguen amasando fortunas, a costa de los de abajo, que siempre pierden y tienen como ejecutores a déspotas carentes de ética, que cuanto más griten o cuanto más alarde de poder hagan, parece que más beneficio van a producir.
Estamos viviendo una época en la que la facilidad de poder difundir y demostrar la información estés donde estés de la cadena de mando nos está igualando en cuanto a derechos a todos y abusos por parte de los que detentan el poder no siempre queda impune. Y no hablo del mundo del espectáculo y del empresarial solo. La iglesia está empezando a tener demasiado de lo que dar explicaciones. Colegios, gimnasios, fiestas, instituciones públicas,… en qué lugar no ha habido algún escándalo? Y según se destapa la liebre, se va hilando una madeja más y más grande.
Solo quiero acabar con una frase: esto se os está acabando.