Dirección: Paul Greengrass.
PaÃs: USA.
Año: 2004.
Duración: 108 min.
Género: Thriller.
Interpretación: Matt Damon (Jason Bourne), Franka Potente (Marie), Brian Cox (Ward Abbott), Julia Stiles (Nicky), Karl Urban (Kirill), Gabriel Mann (Danny Zorn), Joan Allen (Pamela Landy), Tom Gallop (Tom Cronin), Marton Csokas (Jarda), Karel Roden (Gretkov).
Guión: Tony Gilroy; basado en la novela de Robert Ludlum.
Producción: Frank Marshall, Patrick Crowley y Paul L. Sandberg.
Música: John Powell.
FotografÃa: Oliver Wood.
Montaje: Christopher Rouse y Richard Pearson.
Diseño de producción: Dominic Watkins.
Vestuario: Dinah Collin.
Comentaba el otro dÃa El caso de Bourne y ahora le toca el turno a El Mito de Bourne, la segunda parte de la trilogÃa que se cierra con la notable El Ultimátum de Bourne
Guarda similitudes esta pelÃcula con la primera parte de la saga donde Marie y Bourne desaparecÃan del mapa. Ella recalaba en un bello pueblo costero Griego y él la encontraba.
Ahora han pasado dos años, Bourne apunta en su cuaderno todos esos retazos, que a modo de flashazos van conformando su pasado. Está fustrado porque no ve grandes progresos. La pareja anda en continuo movimiento y cuando creen que los han localizando se dan el piro. Ahora la pareja vive en La India, y hasta allà llega un francotirador que pretendiendo matar a Bourne mata a Marie. Bourne encolerizado trata de atar cabos y desenmascarar a los creadores de proyecto Treadstone.
Pamela Landy, responsable gubernativa de seguridad, ve como dos de sus hombres mueren en una operación tras la cual aparece una huella de Bourne, el cual acecha a Pamela, dándole información de primera mano sobre el pérfido Ward Abbott.
No hay material fallero pirotécnico, ni efectos especiales que distraigan la atención. Lo que hay es acción pura y dura, efectiva y verosÃmil. Hay unas persecuciones que ponen los pelos de punta y una fisicidad igual de lograda que en la primera parte.
De nuevo hay un buen número de localizaciones europeas (nápoles, BerlÃn, Moscú..) y americanas (Nueva York) por donde se mueve Bourne, que a medida que va recordando va cerrando sus heridas y resolviendo los temas pendientes, como pedir perdón a la hija a la cual privó de la presencia de sus progenitores al asesinarlos.
Como pelÃcula de acción El mito de Boune, funciona a la perfección. Entretiene muchÃsimo, deja sin aliento y Matt Damon de nuevo brilla con luz propia algo poco habitual en pelÃculas de este género donde todo paso por saber disparar un arma y soltar mamporros. Si la primera parté me e encantó esta segunda mantiene el nivel y es igual de recomendable.
No abusar de los efectos especiales es una ventaja, dado que su actualización casi diaria hace que en un par de años, queden anticuados, de ahà que su empaque visual se vea minorado. Sin embargo en esta saga, pasarán decadas y seguirán transmitiendo lo mismo que en el 2007 y ahà radica su poder.