Un estudiante americano, Nathaniel James Menninger, decide emplearse como porteador en el Himalaya durante once dÃas. Es la única manera de conocer cómo es el trabajo de estos porteadores desde dentro.
Las autoridades locales se sorprenden ante la iniciativa del joven americano. El documental muestra claramente el dÃa a dÃa de estos hombres que se ganan la vida llevando grandes pesos sobre sus espaldas a cambio de una retribución muy exigua. Comen poco y duermen hacinados. Es tan poco lo que cobran que una propina de diez euros es más de lo que ganarÃan en un duro dÃa de trabajo.
El joven americano quiere formar parte de una de estas cuadrillas de porteadores y lo consigue. No se le ve en su medio, no es su hábitat, pero su fuerza y determinación le impiden tirar la toalla. Logra su cometido y entrega la mercancÃa en el lugar señalado. Y durante esos once dÃas será uno más del grupo, compartirá su esfuerzo, y los escasos momentos de alegrÃa, cuando todos juntos comen o rÃen, antes de acostarse, con alguna tonada como ruido de fondo.
Es un documental muy interesante, pues nos ofrece una panorámica muy poco frecuentada. Vemos a los escaladores a menudo haciendo cumbres, pero todo el acarreo de material -toda la logÃstica que permite que haya tantas cosas a tantos metros de altitud, en parajes tan inhóspitos y deshabitados- se hace a la antigua usanza, con animales o personas, aquà personas y es este el desconocido y nada valorado trabajo de estos porteadores. Sin ellos el alpinismo tal y como está montado hoy no serÃa posible.