Dirección: Boris Sagal
Reparto: Charlton Heston (Robert Neville), Anthony Zerbe (Johnatan Mathias), Rosalind Cash (Lisa), Paul Koslo (Dutch), Lincoln Kilpatrick (Zachary)
Guión: John William y Joyce H. Corrington, sobre la novela de Richard Matheson
Producción: Walter Seltzer, para Warner Bros
Música: Ron Grainer
Fotografía: Russell Metty
USA 1971
Tenía que ver esta película por varios motivos. El primero, porque es uno de los clásicos de la ciencia ficción apocalíptica setentera. El segundo, porque se basa en una de las novelas de ciencia ficción también clásicas en su género, firmada por Richard Matheson y escrita en 1958, que he aprovechado para leer en estas vacaciones veraniegas. El tercero, porque se ha vuelto a poner de moda por el esperado remake que está a punto de estrenarse, protagonizado por Will Smith (anteriormente el hombre designado para esta película fue el de Gobernador Schwarzenegger). Tras muchos años y muchos guiones pululando de productora en productora, esta nueva y en apariencia espectacular versión seguro recaudará una buena cantidad cuando se estrene, para lo que tendremos que esperar a finales de año (ya se sabe, la Navidad y las superproducciones, siempre unidas por el interés consumista). Y cuarta y última, porque había leído críticas bastante malas respecto a esta adaptación (justo al contrario que con la novela) y ya se sabe, la curiosidad mató al gato.
(ACTUALIZACIÓN: Crítica de la nueva versión de Soy Leyenda)
Al final tengo que decir que no ha sido para tanto, no es tan mala, aunque los puntos buenos, realmente son bastante buenos, y los malos son igualmente malos, por lo que casi diría que no compensa. El que no la vea no se pierde nada.
Esta película en realidad es un remake de El Último Hombre sobre la Tierra, película que en 1964 protagonizó Vincent Price y ambas están basadas, como decía, en la novela de Richard Matheson titulada Soy Leyenda (I’m Leyend). Con ese nombre de la novela original será con el que se estrene este mismo año la nueva versión de la novela, de la que ya se han presentado algunos trailers impresionantes, título que no había tenido ninguna de las versiones anteriores. Bueno, excepto una supuesta versión española, un corto rodado en 1967 por Mario Gómez Martín y del que no he conseguido encontrar nada excepto la reseña de IMDB al respecto ¿?.
En su momento la principal pega que se le puso a esta película es que asumiera tantas diferencias con la novela original, que era mucho más profunda. Además, todos los temas tratados en la época que tuvieran que ver en mayor o menor medida con la Guerra Fría a la que estaban sometidos los norteamericanos y los soviéticos, tenían mucha más trascendencia en una población que vivía atemorizada ante una probable guerra nuclear.
Quiero atribuir a esa época y a esos motivos el hecho de que la película sea tan ingenua en muchos aspectos. Efectivamente, la situación viene dada por una guerra bacteriológica generada entre la URSS y China (igual que en la novela original) en 1975. La acción comienza en 1977, donde Charlton Heston es un profesor superviviente que en un principio cree estar sólo en el mundo, únicamente rodeado por unos extraños seres mutantes que sobreviven e intentan fulminarlo cada noche. Un tal Matias es su líder en la despoblada ciudad de Los Ángeles y los dirige en sus correrías nocturnas (no soportan la luz) en las que se dedican a destruir todo lo relacionado con la ciencia y ya que han visto al profesor, a fastidiarle un poquillo también.
Resulta que este tipo es el único que ha sobrevivido porque justo antes de todo se había inyectado una vacuna suya experimental (como vemos en alguno de los flashback), mira que casualidad, que le ha hecho inmune, lo malo es que está solo para luchar contra los malos, por lo que aguantará mientras pueda, y cuando ya todo está perdido… como es el bueno, se tiene que librar de alguna absurda y desconcertante forma.
Empecemos por lo bueno de la película. De lo mejor es que va al grano. No gasta el tiempo en mostrarnos como se ha llegado a la desesperada situación en la que se encuentra el protagonista, ni a dar sesudos detalles al respecto. Los posteriores flashbacks explican alguna cosilla, pero desde un primer momento ya vemos a Heston solo por las calles de Los Ángeles, metralleta en mano, aunque aún nos quede por saber qué ha ocurrido realmente.
El inicio es ya muy bueno, con Heston conduciendo por unas sucias calles semidesiertas, al ritmo de una música bucólica, cuando, de repente, y sin venir a cuento, para el coche, saca una metralleta y empieza a disparar a lo que adivinamos como una silueta que vemos a través de la ventana de un edificio… y entran los créditos iniciales mientras él reinicia su marcha por unas calles desiertas… o no tanto, pero sin mucha vida.
Entre los aspectos ridículos de la película está “La Familia” de mutantes de Matthias, que es un claro ejemplo de secta, que en este caso se da en situaciones extremas, pero que tenía su germen antes de la hecatombe, como vemos en las ideas que el propio Matthias, sin mucho entusiasmo, da por la televisión en algunos de los flashbacks y por extensión, se da también en nuestros días y en nuestra sociedad, a la vez que nos recuerda pasados oscuros medievales donde todo era mucho más parecido a lo que nos cuenta la película, juicios y condenas incluidos, amparándose en las mentes débiles de la gente desesperada.
En los momentos en que empieza a disparar sin ton ni son, no he podido evitar que viniera a mi mente esa imagen de un Heston bastante más mayor y demacrado, con rostro duro, y elevando un arma en sus manos mientras exclamaba aquello de: “sólo me la quitarán de mis manos frías y muertas” ante su imparciales seguidores de la Asociación del Rifle que él presidía.
Volviendo a las cosas reseñables, son curiosas esas imágenes iniciales a las que hacíamos referencia, y otras que se dan más adelante, de las calles de Los Ángeles vacías, un recurso que después hemos visto repetido en películas como Abre los Ojos (Madrid) y su remake, Vanilla Sky (Nueva York) o recientemente en 28 Semanas Después (Londres), por citar algunas. En el caso de El Último Hombre Vivo, esas escenas tuvieron que ser rodadas durante los fines de semana, a primera hora de la mañana, donde las calles ofrecían prácticamente ese aspecto vacío.
Dentro de las moralejas que hay que sacar de esta historia, aparte de no hacer experimentos con virus mortales, que dejan el planeta hecho unos zorros, es que no siempre los buenos y los malos son tan fáciles de distinguir. Aquí sabemos que el bueno es el Doctor Neville que interpreta Heston y el malo Matthias, el sectario pero supuesto pacifista. Todos quieren acabar con el doctor, mientras él se dedica a repartir estopa a diestro y siniestro. Si realizaran un trailer de esos engañosos que están tan de moda, seguro que no sería difícil hacer parecer al personaje de Heston un Rambo loco y racista dispuesto a erradicar la vida humana de la faz de La Tierra. Sin embargo los fines de Matthias, una vez eliminado él, son de lo más sencillo, natural y pacífico: prácticamente, vivir en paz con la naturaleza, aunque de paso, como cualquier malo que se precie, dominar el mundo y hacer lo que venga en gana.
Por diversas webs se puede leer que la mayor parte de las películas de zombies después de esta son prácticamente iguales. La Noche de los Muertos Vivientes es lo mismo, y 28 Días Después,… lo que pasa es que eligieron zombies en vez de vampiros, pero la mala leche de unos y otros es similar. Cualquiera de ellas, en todo caso, es más recomendable y está mejor realizada, a pesar de que los malos tengan menos inteligencia y vistan peor. Según mi opinión, en la novela sí que se pueden asimilar todos esos zombies a los vampiros de Soy Leyenda, pero la pandilla de monjes albinos que aparecen en El Último Hombre Vivo no tienen similitud con ellas, ni con la novela original.
Además hay que decir que en efectos especiales se han gastado menos que un ciego en novelas. El presupuesto que se manejó fue bastante bajo y supongo que la mayoría se la llevaría el prota. El resto del dinero se lo han gastado en lentillas blancas, polvos de talco y hacer fogatas. Tampoco se han esmerado, según parece, en ser fieles a la novela original, más bien al contrario, la han vapuleado sin compasión. Otro aspecto que demuestra el poco entusiasmo: el doble cuando va en la moto se nota a la legua, supongo que es lo que tenían en los años 70, pero no está de más intentar disimularlo un poco o al menos que se parezca algo más al actor.
Cuando aparecen “el resto de humanos” da la impresión de que de un momento a otro va a aparecer por una esquina Austin Powers y se van a poner todos a bailar a un ritmo de música guatequero. Bueno, eso con la chica, el chico parece salido de Hair o la película de Woodstock que Heston ve en un cine al inicio de la historia mientras piensa en voz alta: «Ya no se hacen películas como las de antes» (véase la doble ironía).
Lo que más me ha gustado es esa importancia que cobra la ciudad a pesar de estar vacía, o precisamente por eso, la colorida fotografía, que por ejemplo se acentúa en ese principio con el coche rojo sangre conducido a toda velocidad por las calles, pero también resulta algo ridículo en los trajes de los “buenos”, que pretenden contrastar con la patética apariencia de los “malos”, con sus estrambóticas tunas y sus gafas de sol. El traje con chorreras que se pone Heston o los que luce su compañera, parecen fuera de lugar, así como la recargada decoración de su apartamento.
Yo soy muy simple, me reí cuando Heston dice: “la policía nunca está cuando se la necesita”, pero la psicología del personaje no creo que esté muy bien llevada. En la novela se le ve más desesperado, aquí se entretiene en hacer bromas, aunque intentar en cualquier sentido comparar la novela y la película, con lo diferentes que son, es absurdo. Tan solo tienen en común la base inicial del hombre aislado entre muertos vivientes.
Simples actos como hablar con el vendedor de coches y arrancar su calendario de 1975 o sentarse sólo en el cine a ver la película sobre el concierto de Woodstock o al salir del cine, cuando oye sonar todos los teléfonos, dan una idea del estado en que se encuentra el personaje. Pero entonces aparecen los encapuchados y lo joden todo, hablando claro.
Después se empiezan a recordar escenas de la guerra bactereológica chino-rusa que se supone fue el origen y la causa de la infección que ha convertido a los humanos en esa especie de zombies/vampiros mutantes y se pierde todo lo que se había iniciado, centrándose la trama en la tortuosa relación entre Neville y el malvado y patético Matthias.
Aquí os dejo el trailer, donde le podemos ver a Heston con su compañero de ajedrez, Julio César y en algunas de sus correrías con los miembros de “la familia”, y no son mafiosos. Incluso se adivina su idilio con la chica de color, algo que por aquella época no era muy común. Las relaciones interraciales no estaban a la orden del día. Eso sí, dura 3 minutos pero jode la película entera, si no lo he hecho yo ya con mis comentarios…
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